Las semillas de girasol son uno de los snacks saludables más populares dentro del mundo de las semillas. Además de su sabor irresistible y textura crujiente, estas pequeñas amigas están repletas de una gran cantidad de propiedades y beneficios en su nutrición.
Qué Son Las Semillas De Girasol?
Las semillas de girasol son consideradas el fruto de la planta de girasol. Nacen en el medio de la flor de girasol rodeadas por una cáscara negra.
Suelen ser utilizadas para extraer su aceite o para sacarles la cáscara y tostarlas para un aperitivo muy popular. Nosotros recomendamos que sean utilizadas en ensaladas, ya que aportan una textura crujiente y un sabor que no queda mal con ninguna verdura. Pero también pueden ser agregadas en desayunos o postres dulces como puede ser un bowl de granola.
Reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares
La mayor parte de todas las semillas, incluidas las semillas de girasol, poseen vitamina E, la cual funciona como un poderoso antioxidante. Gracias a su alto contenido de vitamina E, el consumo de semillas de girasol habitual podría ayudar a reducir la inflamación crónica, un problema al cual se le atribuyen una amplia gama de enfermedades.
Se ha verificado que el consumo regular de las semillas de girasol ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos. Un estudio publicado demostró que consumir 30 gramos de semillas de girasol al día reducen el colesterol total, el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos.
Las semillas de girasol son ricas en fitoesteroles, unos compuestos vegetales que bloquean la absorción del colesterol en el cuerpo. Según un estudio publicado, las semillas de girasol poseen más fitoesteroles que casi cualquier otro tipo de semillas o nueces.
Promueven la buena salud de la piel
El mismo contenido de vitamina E (antioxidante) junto con los ácidos grasos esenciales ayudan a mantener una piel hidratada y libre de daños. Investigaciones han comprobado su gran utilidad para la salud de la piel y el cabello en su consumo usual.
Apoyan la función tiroidea
La glándula de la tiroides está relacionada con muchas funciones de nuestro organismo, incluidas la regulación de la temperatura corporal, el metabolismo y la frecuencia cardíaca.
Los problemas en la tiroides causan una variedad de síntomas, como pueden ser el aumento de peso y la fatiga crónica.
En Estados Unidos se calcula que hay alrededor de un 6% de personas que sufren hipotiroidismo o hipertiroidismo, siendo las mujeres las de mayor riesgo.
Para evitar esta problemática, el Selenio es un mineral fundamental en nuestra nutrición y afortunadamente, se encuentra abundantemente en las semillas de girasol. Consumir semillas de girasol puede ser una gran forma de mejorar la función tiroidea.
Ayuda a la lucha contra el cáncer
Como decíamos anteriormente, el aporte de antioxidantes en las semillas de girasol es muy abundante, siendo clave para diversas funciones de nuestro organismo. Principalmente, ayudan a combatir el daño de los radicales libres (humo de tabaco, alcohol, etc) que pueden generar enfermedades y daño oxidativo en nuestras células. Dentro de estas enfermedades se encuentra el cáncer.
Estudios verificaron que los nutrientes presentes en las semillas de girasol poseen compuestos quimiopreventivos que frenan el desarrollo del cáncer, deteniendo el crecimiento de tumores.
Además, no debemos olvidar el contenido de vitamina E y Selenio en nuestras amigas, ya que ambos nutrientes han sido estudiados y se ha comprobado que contribuyen en la prevención de cáncer de mama, entre otros. Además, reparan el ADN y desintoxican al organismo de células dañinas y dañadas.
Equilibran los niveles de azúcar en sangre
Se ha verificado que las dietas ricas en fibra ayudan sustancialmente al control del índice glucémico (12). Esto se debe a que la fibra ayuda a disminuir la absorción de azúcar por los torrentes sanguíneos, evitando picos y disminuyendo la posibilidad de desarrollar diabetes o resistencia a la insulina.
Además de la fibra, el magnesio presente en las semillas de girasol también reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad insulina-dependiente. Teniendo en cuenta también que los altos niveles de azúcar en sangre y la resistencia a la insulina producen una mayor inflamación y un aumento de peso.
Ayudan a combatir la pérdida ósea y los calambres musculares
Las semillas de girasol poseen una buena cantidad de magnesio, mineral esencial con funciones importantes como el equilibrio de la relación calcio/potasio en las células, la regulación de la presión arterial y la ayuda a la salud cardiovascular en general.
Por otro lado, también esta relacionado con la salud de los huesos, ya que previene afecciones de pérdida ósea como la osteoporosis. Ayuda a la coagulación de la sangre, la calcificación de los huesos, reducir los dolores de cabeza, y reduce síntomas de trastornos del estado de ánimo como la ansiedad.