En Chernóbil, algunos girasoles presentan mutaciones como pétalos torcidos o flores dobles debido a la radiación del desastre de 1986. Aun así, ayudan a limpiar el suelo al absorber metales pesados como cesio y estroncio mediante fitorremediación. Hoy en día están contribuyendo a la limpieza actuándo como purificadores naturales.

