John Urrea, comandante.

 

Un nuevo golpe a las estructuras criminales que operan en el suroccidente colombiano fue asestado por la Policía Nacional, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, tras la captura de tres presuntos integrantes e imputación de un cuarto miembro del grupo armado organizado Autodefensas Unidas de Nariño (AUN).

La operación, desarrollada de manera simultánea en los municipios de Chía (Cundinamarca), Cali (Valle del Cauca) y Pasto (Nariño), representa un duro golpe al componente armado de esta organización ilegal que venía afectando la seguridad y tranquilidad de la población rural nariñense.

Movimientos

Según las autoridades, los resultados son fruto de meses de investigación e inteligencia criminal, con el apoyo de fuentes humanas, cartografía delictiva, vigilancia técnica y seguimiento minucioso de los movimientos de los señalados, lo que permitió recopilar evidencia sólida para su judicialización.

Entre los capturados se encuentran alias Jhon MT o Chacal, presunto cabecilla de comisión e investigado por su posible participación en el homicidio colectivo de Bayardo Melo, Johan Cortés y la líder social Yolanda Benavides, ocurrido en el municipio de Linares.

También fueron detenidos alias Paisa o Saller, presunto jefe de escuadra vinculado a homicidios selectivos, secuestros y cobros ilegales de gramaje en los municipios de La Llanada y Sotomayor, y alias “Julito”, supuesto integrante de escuadra señalado de ejecutar homicidios y actividades extorsivas en Linares y zonas aledañas.

Intimidaban

“Este es un avance significativo en el desmantelamiento de grupos armados que afectan la seguridad en Nariño. Con esta acción debilitamos sus mandos medios, estructuras operativas y fuentes de financiación”, afirmó el comandante del Departamento de Policía Nariño, coronel John Jairo Urrea Rozo.

Las pesquisas revelaron que los capturados llevaban cerca de tres años vinculados a delitos como homicidios selectivos, extorsión, secuestros, control de zonas rurales y actividades relacionadas con el narcotráfico. Su influencia criminal se extendía por los municipios de Puerres, Córdoba, La Llanada, Sotomayor, Samaniego y Linares, donde mantenían presencia armada e intimidaban a la población campesina.