En un contexto sobre el terror en Haití en el que las pandillas intensifican sus acciones desde el jueves pasado, algunos familiares de los colombianos acusados del magnicidio del presiente Jovenel Moïse, rompieron el silencio. Mediante unos escalofriantes testimonios, pidieron ayuda al Gobierno de Gustavo Petro para proteger sus derechos como colombianos y repatriarlos donde puedan tener un juicio justo.
Escalofriantes testimonios
Momentos de terror y pánico también viven los familiares de los colombianos privados de la libertad en Haití. Temen por la seguridad e integridad de sus seres queridos, quienes al parecer están siendo abandonados por el Estado Colombiano.
Es el caso de la madre del Subteniente retirado, Alberto Carmona. La señora Janeline Carmona ha sido una ficha clave en la defensa de los derechos de los colombianos en el extranjero.
«Ha sido una incertidumbre para mí y mi familia».
«No hemos dormido absolutamente nada, hemos escrito una cantidad de correos a las autoridades colombianas en Haití y no hemos recibido ni una sola respuesta».
«Si el Gobierno Nacional no hace nada, los van a matar, le pido, le exijo que vayan por mi hijo y sus compañeros y nos los traigan vivos«.
Por otro lado, la hermana del soldado profesional Naiser Franco Castañeda, también rompió el silencio.
La señora Elianet Franco Castañeda asegura que «no hemos tenido información clara de cómo están ellos».
«Lo más triste es que no podemos hacer nada porque es fin de semana y la Cancillería está cerrada».
«Lo más importante ahora es velar por su derecho a la vida».
«Estamos recolectando dinero para traerlos…así nos toque con las uñas hasta tenerlos acá».
«Al presidente Petro le pido que nos ayude a traerlos a Colombia para que ellos tengan un juicio justo«.
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Compromisos internacionales y situación carcelaria
El primer ministro haitiano, Ariel Henry, se encuentra fuera del país después de asistir a la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom) en Guyana y un posterior viaje a Kenia. Mientras tanto, Kenia y Haití han firmado un acuerdo para desplegar un contingente de 1.000 policías kenianos en Haití, buscando fortalecer la seguridad en medio de la creciente crisis.
La situación carcelaria, ya precaria, se agrava para los colombianos vinculados al magnicidio de Jovenel Moïse. La cárcel de Puerto Príncipe, con deficiencias estructurales y un hacinamiento superior al 900%, se ha convertido en un lugar donde las condiciones inhumanas persisten, según denuncias respaldadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En medio de este caos, surge un pedido de ayuda por parte de los presos colombianos, quienes han dirigido sus solicitudes al político colombiano Gustavo Petro.
El pasado viernes, el exmilitar colombiano Mario Antonio Palacios fue condenado a cadena perpetua por su participación en la conspiración para asesinar al presidente haitiano. Aunque se ha impartido justicia en Estados Unidos, el caos en Haití persiste, sumando más incertidumbre a la situación.
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en Haití, mientras el Gobierno haitiano se compromete a celebrar elecciones antes del 31 de agosto de 2025, según lo anunciado durante la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom).