El país sigue conmocionado por el asesinato de Jaime Esteban Moreno, un joven de 20 años y estudiante de la Universidad de los Andes, quien murió tras ser brutalmente golpeado la madrugada del 30 de octubre en la localidad de Chapinero, Bogotá, luego de asistir a una fiesta de Halloween.

El hecho ocurrió tras una celebración organizada por Relaja la Pelvis en la discoteca Before Club, un evento que congregó a cientos de universitarios. Al terminar la fiesta, Jaime salió del lugar para encontrarse con un amigo con quien regresaría a casa. Sin embargo, al llegar a la calle 64 con carrera 14, ambos fueron interceptados por dos hombres que los amenazaron verbalmente. Uno de ellos les gritó con violencia: “Desaparézcanse de mi vista o los voy a cascar”.

Aunque los jóvenes intentaron alejarse, los agresores los alcanzaron a pocas cuadras y los atacaron a golpes. Jaime recibió puñetazos en la nuca y el rostro, seguidos de una patada contundente en la cabeza que lo dejó inconsciente en el suelo. Los golpes le provocaron un trauma craneoencefálico severo, que resultó fatal.

El joven fue trasladado inicialmente al Hospital de Chapinero con graves lesiones faciales y, debido a la gravedad de su estado, fue remitido al Hospital Simón Bolívar, donde ingresó a la unidad de cuidados intensivos y fue sometido a cirugía. Pese a los esfuerzos médicos, falleció el 31 de octubre, menos de 24 horas después del ataque.

El crimen generó una profunda indignación nacional y una ola de solidaridad hacia la familia del estudiante. El lunes 3 de noviembre se realizaron las ceremonias fúnebres en su honor, a las que asistieron familiares, compañeros de universidad y ciudadanos que exigieron justicia.

En cuanto a la investigación judicial, la Policía Nacional y la Fiscalía actuaron rápidamente. Gracias al testimonio de un testigo clave, se logró la captura de tres personas presuntamente involucradas en el homicidio. Entre ellas se encuentra Juan Carlos Suárez Ortiz, quien fue señalado por la Fiscalía como el autor directo del crimen.

El domingo 2 de noviembre, un juez de control de garantías avaló su detención tras considerar que existían pruebas materiales y testimoniales suficientes para vincularlo con la agresión que terminó con la vida de Jaime Esteban. En la audiencia, el ente acusador presentó elementos que comprometen directamente al detenido.

Por otra parte, dos mujeres venezolanas, Bertha Parra y Paola Fernández, que también habían sido arrestadas en un primer momento, recuperaron su libertad, pues la Fiscalía concluyó que no existían evidencias sólidas que las relacionaran con los hechos.

El presidente Gustavo Petro se pronunció públicamente sobre el caso y pidió a la ciudadanía colaborar con las autoridades. A través de un mensaje difundido en redes sociales, exhortó: “Quienes conozcan a estos asesinos que mataron al joven Jaime Esteban en Bogotá, les pido el favor de entregar la información a las autoridades”.

El asesinato de Jaime Esteban Moreno ha reavivado el debate sobre la violencia urbana en Bogotá, los niveles de intolerancia en la ciudad y la inseguridad nocturna, especialmente en zonas de alta concentración estudiantil como Chapinero. Las autoridades, por su parte, han asegurado que continuarán las investigaciones hasta esclarecer totalmente los hechos y llevar a todos los responsables ante la justicia.