El experto chileno en educación Eugenio Severin plantea una profunda transformación del sistema educativo latinoamericano, orientada a recuperar la escuela como un espacio de aprendizaje integral, formación de comunidad y desarrollo personal. En entrevista con DW, Severin destacó la necesidad de superar el modelo industrial de educación, vigente desde hace más de 150 años, que ha centrado la enseñanza únicamente en preparar a los estudiantes para actuar en el mundo, dejando de lado otras dimensiones del aprendizaje.
Según Severin, la educación a lo largo de la historia ha perseguido cuatro objetivos esenciales: conocerse a sí mismo, aprender a relacionarse con otros, actuar en el mundo y mantener el aprendizaje a lo largo de la vida. “El modelo industrial permitió aumentar la cobertura educativa, pero topó techo en calidad y hoy no responde a los desafíos del siglo XXI, con cambios rápidos, conocimiento exponencial y tecnologías como la inteligencia artificial”, explicó.
El especialista sostiene que muchas reformas educativas han fracasado porque se implementan “desde arriba”, sin modificar realmente la experiencia de aprendizaje en el aula. En contraste, experiencias exitosas en países como Finlandia, Polonia, Canadá o Chile han demostrado que los cambios deben surgir “desde abajo”, comenzando por la dinámica entre docentes y estudiantes y escalando hacia ajustes estructurales del sistema.
En la práctica, Severin propone metodologías como el aprendizaje basado en proyectos o en retos, en las que los alumnos son protagonistas de su proceso y los docentes se conciben también como aprendices. Ejemplos concretos en América Latina incluyen colegios en Colombia y Chile que, aplicando estas estrategias, lograron mejorar significativamente los puntajes en pruebas nacionales y aumentar la motivación estudiantil.
“La escuela debe ser un espacio de socialización, desarrollo integral y construcción de comunidad”, señaló Severin, destacando la relevancia de incorporar nuevas tecnologías de manera responsable y enseñar a los estudiantes a controlar su uso. Además, insistió en la necesidad de transformar la competencia en colaboración, valorar la diversidad y entender la educación como un bien público que fortalece la sociedad en su conjunto.
Con esta visión, Severin sostiene que es posible revertir el estancamiento educativo en la región y formar ciudadanos más completos, conscientes de sí mismos, capaces de relacionarse con otros y preparados para afrontar los retos de un mundo en constante cambio.
