Llevar el teléfono móvil al baño se ha convertido en una práctica común, pero los expertos advierten que este hábito puede tener efectos negativos para la salud. Más allá de la distracción, permanecer sentado por largos periodos en el inodoro mientras se usa el celular puede causar problemas en los músculos pélvicos y los tejidos rectales.
El riesgo de pasar demasiado tiempo en el inodoro
Una investigación publicada en el portal Plos One analizó los hábitos de 125 pacientes sometidos a colonoscopias. Los resultados revelaron que la mayoría admitió usar el teléfono al menos una vez por semana mientras estaban en el baño.
Según el estudio, quienes presentaban este comportamiento tenían un 46% más de riesgo de desarrollar hemorroides, es decir, inflamación e hinchazón en los vasos sanguíneos del recto y el ano.
La gastroenteróloga Trisha Pasricha, del Centro Médico Beth Israel Deaconess y coautora del estudio, explicó al The New York Times que pasar más de cinco minutos en el retrete aumenta la presión sobre las venas rectales.
“El tejido conjuntivo que sostiene los vasos sanguíneos rectales puede debilitarse con el tiempo y ocasionar que se abulten y se congestionen”, señaló la especialista.
Dolores y estreñimiento
Además del riesgo de hemorroides, los expertos advierten que la postura encorvada al mirar el teléfono también puede contribuir al estreñimiento.
El doctor Eamonn Quigley, jefe de gastroenterología del Houston Methodist Hospital, explicó que esta posición modifica el “ángulo anorrectal”, es decir, la unión entre el recto y el ano, lo que estrecha el conducto y dificulta el paso de las heces.
Pasar más de cinco minutos en el inodoro —por revisar redes sociales, responder mensajes o mirar videos— puede parecer inofensivo, pero los especialistas coinciden en que el uso del celular en el baño puede derivar en problemas digestivos y musculares a largo plazo.
