En un mundo deportivo dominado por el sacrificio, la disciplina y la constancia, Brenda Erazo Paredes, con determinación férrea ha demostrado que el físicoculturismo no es solo una disciplina dura, sino también una forma profunda de transformación y empoderamiento personal.
Alcanzar el campeonato municipal no fue un destino fácil, fue el resultado de meses de trabajo riguroso, de seguir una dieta estricta, de enfrentar cada día con el cuerpo adolorido pero el alma llena de propósito.
“Este logro representa para mí la culminación de mucho esfuerzo, dedicación y constancia”, afirma Brenda, quien entrena bajo la guía del coach Esteban Guerrero en el gimnasio Planes Fitness, su segunda casa.
El físicoculturismo es más que apariencia física: exige un nivel mental elevado, enfocado, capaz de resistir tentaciones, fatiga y dudas. Pero Brenda ha sabido sobreponerse a cada obstáculo, impulsada por el amor de su pareja y el respaldo de una comunidad que cree en ella.
A otras mujeres que sienten miedo o dudas de comenzar, les deja un mensaje claro y poderoso: “No tengan miedo de perseguir sus sueños. El físicoculturismo es exigente, sí, pero también es una forma de construir autoestima y poder interior”.
Brenda es hoy inspiración. Una mujer que, nos recuerda que la fuerza también se mide en determinación.