«Milagro, milagro, milagro». Esa fue la consigna que el comandante del Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares de Colombia, Pedro Sánchez, luego de cuarenta días pudo escuchar y luego que sus tropas le confirmaran que habían sido rescatados vivos.
Leslie, Soleiny, Tien y Cristin, los niños indígenas que ocuparon las portadas de los principales medios de comunicación y tuvieron al país en vilo habían logrado salir con vida de la espesa selva del Guaviare luego que su madre, Magdalena Mucutuy, muriera en el siniestro aéreo del 1 de mayo.
HSB Noticias entrevistó al general para reconstruir los momentos de incertidumbre, dificultad y felicidad que vivió junto a sus tropas, las comunidades indígenas y los familiares de los niños extraviados.
«¿Cómo están?» preguntó Sánchez al general Yor William Cotua Muñoz y el respondió «vivos» luego lo abrecé y me puse muy feliz.
La fe intacta. Eso fue lo que tuvo el general y quién coordinó la ‘Operación Esperanza’ que tenía como fin rescatar a los niños indígenas.
«Tengo hambre». Esas fueron las palabras que al general se le quedaron grabadas en su corazón y luego que pudo constatar con sus propios ojos que los niños estaban con vida.
El general con mucha humildad pero orgullo asegura que él solo es la cara visible de los verdaderos héroes que están detrás de esta historia que pudo unir, por primera vez, la sabiduría indígena y el arte militar.
«Yo solo soy la voz y la imagen más conocida de aquellos hombres que hicieron este milagro posible»
General Sánchez: Quiero seguir haciendo Operaciones Especiales
Con mucha alegría. Hoy estoy un poco más tranquilo y aunque reconoce que la búsqueda continúa esta vez por Wilson, el can que participó en la ‘Operación Esperanza’.
«Fue algo impactante. Cuando pensaba en los niños pensaba también en mi hijo y en la angustia de la familia de los hermanos Mucutuy»
Agregó que «No se trató solo de cumplir lo que estaba ordenado y recordó que hubo una conexión especial con estos cuatro niños que finalmente le permitió rescatarlos».
También manifestó que quiere seguir haciendo Operaciones especiales.
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Trabajo del Ejército y las comunidades indígenas
Sánchez contó que «hubo respeto, camaradería y hermandad. El único objetivo era encontrarlos a los niños».
Por varios días narró el coronel que las tropas y los indígenas «compartieron el mismo lugar, comida, techo ya hasta la misma cuchara».
«Esa camaradería fue la que les permitió sobrellevar las dificultades. También animar esa esperanza y que fue fundamental para encontrar vivos a los niños»




Hallarlos vivos fue una gran sorpresa
El general manifestó que hallarlos vivos a los niños fue su mayor sorpresa, pues reconoce que hubo dos momentos muy difíciles para su grupo y las comunidades indígenas.
«Los niños se estaban moviendo todo el tiempo y pasábamos muy cerca de ellos, pero nunca los vimos».
Fue el 18 de mayo, tres días después de hallar la aeronave accidentada, y cuando también se encontraron muchas huellas de los niños.
Sánchez manifestó que trajo más tropas de diferentes partes del país y la orden fue «esta noche no duermen».
Eran las 24 horas doradas y de las que dependía la vida de los niños, pero al fin todo se desvaneció las fuertes lluvias borraron las huellas.
«Después de 24 horas no teníamos nada y es que con fuerte lluvia que había caído lo había borrado todo. Vivimos mucha incertidumbre».
Otro de los momentos más álgidos de esta operación fue el día 34 de la búsqueda.
Todo mundo le preguntaba si era posible hallarlos con vida y su fe empezaba a flaquear.
Creer que se podía y constatarlo con las evidencias era lo que mantenía la fe intacta.
«Están vivos hasta que no se demuestre lo contrario»
Ese día 34 decidió ir a la selva y al llegar a tierra saludó a sus tropas. Sánchez contó que le dí gracias a Dios y rece con nuestros comandos.
«Cada operación que se cumple siempre se reza y es que no sabemos si es la última. Hay que estar con Dios»
Además pidió permiso a la ‘Madre Selva’ y así poder encontrar a los niños. Sánchez elevó la moral de los militares y hombres, pues sabía que «sus cuerpos estaban cansados pero no su alma».
Hasta que el día 39 el general ordenó mover otro batallón y seguir la búsqueda.
«Queria tener tranquilidad en mi conciencia. Si los menores estaba muertos y decir que yo estuve allí».
Finalmente el milagro ocurrió el día 40 y el general Sánchez junto a las comunidades indígenas pudieron mostrale a Colombia y al mundo que les cumplieron.
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