Los expertos de Abanuc, una de las perfumerías más TOP de todo Madrid, que estas fragancias resultan tan apetitosas no sólo por los ingredientes, sino también por cómo se combinan y la forma de fabricación del perfume.
Entrar en Abanuc es entrar a una dimensión fascinante de olores, sensaciones y episodios de vidas pasadas y futuras. Desde lo más minimalista a lo más dulce. Y allí es donde duermen también los mejores perfumes nicho, como los de Memo Paris, Byredo o Villhelm Parfumerie. A estos expertos del perfume hemos preguntado exactamente por estas fragancias y sus peculiaridades y, si es el caso de que quieres envolverte en este halo de ingredientes comestibles, elegir el mejor de los mejores.
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Sobre el haba tonka
Si hay un ingrediente típico de las fragancias gourmand es este. “El haba tonka oculta en su interior una semilla clara, dura y gomosa que se suele utilizada rallada; cuanto más fresca, más aromática es”, nos explican desde Abanuc.
Su aroma es penetrante y recuerda a las almendras amargas, toques de clavo, canela y vainilla. Es un aroma dulce con un toque picante a la vez. Un olor delicioso y especiado muy apreciado en perfumería ya que mezcla desde el dulzor de la vainilla a la intensidad de la canela o el picante del clavo. Así que como base en los perfumes, es un excelente ingrediente.
El haba tonka además proporciona un toque diferente en la perfumería gourmand, según nos cuentan: “un plus que nos transporta a países exóticos y exuberantes, a zonas cálidas y tropicales que invocan el disfrute y la intensidad”.
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¿Haba tonka, vainilla o ámbar?
Los expertos en perfumería gourmand nos ayudan a diferenciar estos aromas, todos similares y a la vez tan distintos, gracias a sus particularidades.
“La vainilla es un aroma muy característico y reconocible y, a pesar de que la gran mayoría de la producción está destinada a la gastronomía, un 33% de la vainilla recolectada a nivel mundial está destinada a la perfumería. Además es uno de los ingredientes más utilizados en este sector”, nos cuentan. Y debido a que la vanilla es un producto natural, posee variaciones olfativas dependiendo de la región en la que haya sido recolectada, cultivada, los métodos de producción… De ahí que encontremos vainillas de todo tipo: de Madagascar, de México o vanilla Bourbon, por ejemplo. Sin embargo, el aroma a vainilla podría definirse como un aroma cálido, dulce y especiado a la vez.
Y como la vainilla, el ámbar es un aroma muy similar. Hay que aclarar aquí, para los perfumeros adictos, que no es lo mismo el ámbar utilizado en joyería que el utilizado en las fragancias, el ámbar gris. Este último es uno de los ingredientes más preciados por su poder para fijar otros aromas y unificar matices olfativos. “Sin él, la perfumería no habría avanzado a través de los siglos dado que las fragancias creadas serían efímeras y no aguantarían meses o años encerradas en los frascos de cristal que los contenían”, nos explican los de Abanuc.
Por su parte, el haba tonka es más exótico, especiado y apimentado. Un olor similar a la nuez moscada cuya obtención a la hora de sintetizar la fragancia y el aceite esencial es, en comparación con la vainilla y el ámbar gris, de bajo coste.
El higo, las grosellas negras, el algodón de azúcar mezclado con la mandarina, la hoja de tomate, la piña, el albahaca en combinación con el higo, la avellana o la almendra mezclada con la canela y la vainilla son otros de los ingredientes claves en estas fragancias. Aromas que, sin duda, te harán comestible. Entre todo el universo ‘gourmand’.