El empresario Sergio Venegas señaló a la Revista Cambio que entregó 1.500 millones de pesos a funcionarios de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UASP) con el fin de que le concedieran el contrato para ser el administrador de uno de los cementerios de Bogotá y los hornos crematorios, más exactamente el que se encuentra en el sur de la ciudad, en la localidad de Ciudad Bolívar.
Pero las aseveraciones de Venegas no paran ahí. Además, afirmó a esa publicación que un oficial de la Policía Nacional utilizó los hornos crematorios con el fin de desaparecer los cadáveres de varias personas durante el Paro Nacional 2021.
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“(…) pudieron llegar unas 300 personas, que llegaron, se cremaron y nadie dice nada, o sea, no hay una documentación”, señaló Venegas sobre las desapariciones.
“Pasaba un caso, del cual fue sindicado un general de la Policía que desaparecía ciudadanos e iba y los dejaba allá. Entonces simplemente yo, como operador de cementerio, tengo que decirle siga. Los administradores del cementerio tienen su propia autonomía, abren una tumba y lo echan (al cadáver) allá”, señaló Venegas a ese medio, pero no dijo el nombre del uniformado de la institución implicado en estos actos.
Esa publicación encontró en el cementerio Serafín varias bolsas de cenizas de personas fallecidas tiradas en el piso sin ningún rigor, como si fueran basura, incluso sin identificación de a quién le pertenecían.
Un jugoso contrato de por medio
El contrato por administración de los cementerios oscila en los 41.300 millones de pesos, pero no todo el dinero sale de distrito, sino que el administrador se queda con parte de los servicios funerarios que pagan los usuarios.
El negocio es jugoso para el administrador, ya que, en palabras del propio Venegas, los cementerios pueden llegar a recolectar 400 millones de pesos en un solo día, que el 90 por ciento va a parar a las manos de los privados.
Venegas señaló que, en el Hotel Tequendama, en la cafetería Oma del segundo piso, se encontró con otras personas, entre las que estaba -según él- Luz Amanda Camacho, directora de la UAESP. Allí se les entregó a los funcionarios el dinero de los sobornos para que le adjudicaran el contrato.
“De la administración de Claudia López; había un señor que no conozco; estaba la directora de la UAESP, la subdirectora Íngrid, una persona que andaba constantemente con la subdirectora y un ingeniero: William”, dijo al portal Cambio.
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Venegas señaló que no solo tenía que ver con la contratación, sino con la estructuración de este, en el que se ponía “a disposición de ellos” a funcionarios de la UAESP para salvaguardar la responsabilidad del nuevo administrador y facilitara que el privado se quedará con gruesa parte del dinero obtenidos en los cementerios.
Sobre este hecho se pronunció la propia directora de la UAESP, respecto a la adjudicación del contrato y lo negó todo a la Revista Cambio.
“No tienen ni cómo resolver el contrato, porque no tienen ni idea de eso y… Yo lo dije en el Concejo: a mí me pueden esculcar todo en la vida, mis cuentas, mis deudas, mi familia, yo me defiendo con todo, porque estoy orgullosa de ser la mujer que soy, la mujer trabajadora y seria que soy”, dijo a ese medio de comunicado Luz Amanda Camacho.
La directora de la UAESP señaló que no se dio cuenta que se estaban “robando” los contratos de adjudicación de administración de los cementerios y sus hornos crematorios.
“Por eso no me di cuenta de que se estaban robando esos contratos, porque no pienso como delincuente, porque no tengo ni idea de cómo lo hacen. Y si no es por esta prueba que nos llega a nosotros (una denuncia y unos audios), ni nos habríamos dado cuenta. Y eso no habla ni de mi responsabilidad ni de mi incompetencia, sino que no pienso como un delincuente. No soy una ladrona y no pienso así, no tengo la lógica de un delincuente”, dijo a la Revista Cambio la directora de la UAESP.