Kingston, Jamaica — El huracán Melissa azotó Jamaica con toda su fuerza como un sistema de categoría 5, provocando daños estructurales, inundaciones graves y cortes de electricidad masivos en la isla.
🌪 Qué ocurrió
Melissa tocó tierra cerca de la zona de New Hope, al suroeste de Jamaica, con vientos sostenidos de hasta 185 mph (≈295 km/h), lo que lo convierte en uno de los huracanes más potentes que se recuerdan en el país.
Los daños se registraron ampliamente: viviendas con los techos arrancados, árboles caídos que obstruyen vías, inundaciones de gran magnitud en la parroquia de St. Elizabeth y otras zonas costeras.
Más de 540.000 clientes quedaron sin electricidad (lo que equivalía a cerca del 77 % del sistema eléctrico) al momento del reporte.
Se registraron atrapamientos de familias en sus casas por el agua y la imposibilidad de acceso de los equipos de rescate en algunos sectores.
🛠 Acciones y respuesta
El Primer Ministro jamaicano, Andrew Holness, advirtió que “no hay infraestructura en la región que pueda soportar un huracán categoría 5” y adelantó que la velocidad de la recuperación será el verdadero reto.
Se activaron cientos de refugios, se ordenaron evacuaciones en zonas costeras vulnerables y se movilizaron recursos de emergencia para atender las consecuencias del fenómeno natural.
Las autoridades también hicieron hincapié en que, además del viento y la lluvia, la subida del nivel del mar (marejada ciclónica) y los deslizamientos son amenazas graves para la población.
⚠ Impacto y perspectivas
El huracán Melissa magnifica desafíos ya existentes en Jamaica: viviendas precarias, infraestructura vulnerable, y el impacto acumulado del cambio climático que hace que tormentas como esta sean más intensas y lentas en su desplazamiento.
La recuperación llevará tiempo. Las zonas más afectadas podrían quedar aisladas, y habrá que reconstruir viviendas, servicios básicos y redes de electricidad. También será clave el apoyo internacional y la coordinación para ayudar a las comunidades más vulnerables.
