Un equipo de científicos encontró fragmentos de vidrio natural (tektitas) en Australia que podrían provenir de un impacto de asteroide desconocido, ocurrido hace cerca de 11 millones de años.
Lo extraño: estos vidrios tienen una composición química distinta a los ya conocidos provenientes del campo australasiano de tektitas (hace ~800 000 años). No obstante, no se ha localizado el cráter que los generó.
Las hipótesis sugieren que el cráter podría estar en zonas hoy muy erosionadas o cubiertas por actividad geológica (Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea). El hallazgo obliga a repensar cuántos impactos significativos han quedado sin descubrir.
Desde la perspectiva de defensa planetaria y geología, entender estos eventos es clave: no sólo por la historia de la Tierra, sino por lo que podrían significar para el futuro.