Cada tarde, en los alrededores del barrio Los Rosales de Barranquilla, niños, adolescentes y adultos se congregan para matarse a pedradas. Al parecer, los detalles del compromiso con la violencia son concretados a través de redes sociales, especialmente Facebook.
Hasta la fecha dos muchachos han perdido la vida en estas batallas campales y al menos uno se ha quedado sin ojos. Los protagonistas utilizan piedras, palos y lo que encuentren a la mano. La zona de combate es designada por fronteras trazadas imaginariamente por los habitantes del barrio.
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Se desconocen los motivos de la guerra. Algunas personas opinan que se trata de una lucha por territorio o por venganza. Lo cierto es que comenzaron hace más de un año y que desde entonces no conocen la paz.
Pandillas del Barrio 7 de agosto vs. Pandillas del Barrio Los Rosales.
Cansados de tanta violencia, los vecinos del sector tomaron una decisión radical: clausurar los campos de batalla cubriéndolos con vidrios y botellas rotas.
Curiosamente, fue la solución lo que se convirtió en noticia y no el problema. En el sentido de que no fue hasta que las calles y veredas de Los Rosales se convirtieron en un terreno minado con cristales rotos, que lo hacen un camino intransitable, que la noticia no trascendió las adyacencias y fue de interés para el país.
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