El 1-2 de octubre de 2025, fuerzas navales israelíes interceptaron una flotilla llamada Global Sumud Flotilla, compuesta por más de 40 embarcaciones con alrededor de 500 activistas de unos 40 países.
Entre los pasajeros estaba la activista sueca Greta Thunberg, además de parlamentarios, voluntarios, abogados y otros actores internacionales.
El objetivo de la flotilla era romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel sobre la Franja de Gaza, entregando ayuda humanitaria simbólica y visibilizando la crisis humanitaria allí.
Cómo se desarrolló
El punto de intercepción fue a unas 70 millas náuticas (≈ 130 kilómetros) de la costa de Gaza.
Israel advirtió a los barcos que se acercaban a una “zona de combate activa” y que debían entregar la ayuda a través de canales oficiales, en lugar de intentar ingresar directamente.
Se reportó que los barcos fueron abordados, algunos fueron alcanzados por chorros de agua, otras tácticas incluyeron impedir comunicaciones (jamming) y bloquear transmisiones en vivo.
Las personas detenidas (activistas) fueron llevadas al puerto de Ashdod para trámites de deportación.
Reacciones y controversias
Activistas y organizaciones de derechos humanos calificaron la acción de Israel como ilegal, señalando que interceptar barcos en aguas internacionales viola normas de derecho internacional.
Gobiernos de Turquía, Sudáfrica, Malasia, Italia, Colombia, entre otros, condenaron la operación y exigieron la liberación de sus ciudadanos en la flotilla.
Israel se defendió argumentando que la flotilla estaba intentando romper un bloqueo naval legítimo por razones de seguridad, y que ofrecía entregar la ayuda a Gaza por rutas oficiales.