Los nipones fueron los mejores. La quinta edición del Clásico Mundial de Béisbol vio su fin luego de que Japón lograra superar a Estados Unidos en la Final del máximo torneo de bésibol por selecciones del mundo con un marcador 3 a 2 en el LoanDepot Park de Miami en Estados Unidos, consiguiendo su tercer título del torneo.
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Las emociones de la final empezaron en la segunda entrada, cuando la novena nipona logró anotar sus primeras dos carreras pero Estados Unidos respondió en la misma con una sencilla que mantenía cerca a los norteamericanos en la pelea por el título.
La paridad era el sello del encuentro que veía a los dos mejores equipos del torneo. Una sencilla de los nipones, aunque importante, no cortaba la igualdad en el juego de ambas escuadras.
Estados Unidos respondería en la octava entrada con un sencillo que daba ánimos a los norteamericanos en su casa y les permitía soñar con la copa.
Sin embargo, Shohei Ohtani tendría un rendimiento en el lanzamiento excepcional que les daba a los japoneses su tercer título del Clásico Mundial de Béisbol tras los conseguidos en 2006 y 2009.
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