Kaftán, moda marroquí es sinónimo de confort y sofisticación

Farida Loudaya, Embajadora del rey de Marruecos Mohamed VI, ha sido catalogada como la ‘embajadora’ más elegante que ha tenido el reino en Colombia.

A través de las piezas no solo busca seguir destacándose en cada presentación sino que la gente la conozca y la luzca. La historia del kaftán tuvo su origen en el antiguo Imperio Persa y donde actualmente se encuentra Irán.

Esta pieza suelta y holgada, con mangas largas y abertura en el frente, como si se tratara de un kimono ha salido del clóset y para tomarse las principales pasarelas del mundo. Hoy en día es usada tanto por hombre como por mujeres.

La familia real marroquí está orgullosa del caftán y la takchita, piezas que son usadas durante los actos internacionales. Así muestran la cultura y la riqueza del reino.

Zuhair Murad o Naeem Khan, diseñadores que han enfocado su trabajo en darle un mayor realce al kaftán marroquí.

Casa de moda como Etro, Pucci y Marchesa han llevado esta prenda a otro nivel como una pieza de elegancias y sofisticación.

Los primeros diseñadores de alta costura que incorporaron esta prenda dentro de sus colecciones fueron Yves Saint Laurent, Kenzo, JP Gautier y Christian Lacroix.

Qué es el Kaftán:

Es una túnica larga con mangas, usualmente acompañada de una faja, de origen persa y tradicionalmente usada en Medio Oriente.

Esta indumentaria es símbolo de la cultura y artesanía marroquí, y se ha popularizado en otros países como una prenda elegante y exótica.

Con el paso del tiempo se ke ha ido incorporando bordados y adornos.

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Kaftán: Variedad de diseño

Los diseños y estampados varían según la región de Marruecos en la que se haya confeccionado, es lo que lo convierte en una pieza única y auténtica. El chamel, Tetuán, el fasi (Fez), el mequinez (Mequinez) y el rabatí (Rabat).

En cuanto al corte, existen principalmente dos modelos: el de Fez, largo y recto, y el de Tetuán, tradicionalmente corto y amplio.

Los bordados y adornos son elaborados por expertos artesanos y quienes tarda muchos meses en completar una sola prenda.

Según Juan Manuel Albornoz, periodista de alta costura y embajador de Paz IBN la prenda “ha evolucionado hasta el punto de que, tradicionalmente, cada ciudad del reino tiene su propio estilo de caftán y sus bordados”

Albornoz y quién lleva sangre marroquí por parte de su abuelo ,destaca en muchos actos , utilizando el Jabador o la Chilaba.

“Es una prenda tradicional que forma parte de la cultura y la historia de Marruecos”

Agregó “la belleza y elegancia lo han convertido en un símbolo de la moda marroquí y en una pieza deseada por aquellos que buscan una prenda única y auténtica”

En cuanto al corte, existen principalmente dos modelos: el de Fez, largo y recto, y el de Tetuán, tradicionalmente corto y amplio.

La ciudad de Fez, el origen de muchos estilos de caftanes y de los bordados que los adornan.

Como el caftán n’taa, de seda, terciopelo o brocado que está decorado con motivos decorativos muy diversos realizados con hilo de oro (tarz ntaa).

Este se puede utilizarse como pieza principal de la lebsa lfasiya, una imponente vestimenta nupcial típica de Fez.

Otro es en Tetuán que es más corto que en el resto de Marruecos. Generalmente es de terciopelo o seda y tiene la particularidad de tener ojales a ambos lados (a la altura de los hombros) lo que permite resaltar el chaleco que va encima.

Al igual que los de Chauen, son heredados directamente de los nazaríes de Granada y de los mudéjares.

En el caso del tarz tetouani o taajira se realiza sobre un tejido noble y precioso teñido en tonos claros o brillantes como amarillo dorado, verde botella, púrpura, con decoraciones florales de formas piramidales.

“Otra herencia andaluza es el keswa el kbira y que es un vestido grande también llamado ropa de pagno en Tetuán”.

El caftán, traje ceremonial y que se usa para las ceremonias nupciales, forma parte de la dote de las novias judías, norte de Marruecos y se dice que tiene su origen en Andalucía en el siglo XV.

Esta compuesto por un corpiño y una falda, ambos de terciopelo bordado en oro, un cinturón, mangas de seda fijadas bajo el corpiño y una corona engastada con piedras preciosas.

El caftán de Rabat se llama touqida y se caracteriza por sus mangas estrechas y su corte ceñido al cuerpo. En la vecina Salé predominan los bordados Tarz Lem’allem.

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