¿Qué se sabe?
María José Ardila, de 23 años, participó en un reto de consumo de licores en una discoteca de Cali durante su cumpleaños, cuando le faltaban entre 3 y 5 tragos para cumplir el reto.
Según su padre, ella se desmayó luego de aceptar el reto, vomitó, broncoaspiró (es decir, inhaló vómito hacia sus pulmones) y estuvo alrededor de 17 minutos sin respirar antes de que la auxiliaran.
Los familiares de María José exigen justicia y denuncian que hubo negligencia del establecimiento: no había ambulancia, el personal tardó, las amigas de ella tuvieron que bajarla a la calle para que un taxi la llevara a urgencias ya que nadie la auxilió adecuadamente.
Aunque algunos reportes dicen que está en estado de muerte cerebral o con daño irreversible
¿Qué dijo su padre?
Su padre considera que “la historia sería otra si hubiera tenido apoyo”. En entrevista indicó que hubo deficiencias en la atención de emergencia del establecimiento.
Denunció que el reto impulsado por el bar/discoteca era peligroso, que el personal no actuó con rapidez, que no contaban con personal paramédico o ambulancia.
Lamentó que su hija aceptó el reto influenciada por el ambiente, y que otros la alentaron. Éste es un elemento que él señala como parte de la responsabilidad del establecimiento y del entorno social.
Reflexión / temas a considerar
Hay una dimensión de consumo responsable y de responsabilidad de los establecimientos que organizan este tipo de “retos” o dinámicas de consumo de alcohol: la preparación para emergencias, la vigilancia de los participantes, el no promover conductas de riesgo.
También se incorpora el factor de presión social: María José estaba en una celebración, rodeada de amigos y en un contexto donde se impulsa a cumplir el reto.
Su padre sugiere que, de haber habido mejores condiciones de apoyo —ya sea en el lugar, ya sea en supervisión, ya sea en prevención— quizá el desenlace podría haber sido distinto..
