No les ha ido nada bien a la mayoría de los alcaldes de Colombia, con el señor presidente de la República, Gustavo Petro, puesto que una cosa fue la campaña política, donde se prometió de todo y otra bien diferente su Gobierno, en el que dejó a los mandatarios municipales en el más completo olvido.
Por ello, la reciente cumbre de alcaldes que se realizó en la ciudad de Cartagena, se convirtió en un ‘muro de los lamentos’, donde los alcaldes no hicieron más que exponerle al presidente Petro un cúmulo de necesidades, resultado de cantidades de promesas sin cumplir.
En ese sentido, nos llena de orgullo, ver como los alcaldes de nuestro departamento de Nariño, fueron protagonistas de esa serie de justos reclamos, en desarrollo de los cuales se le exigió al mandatario nacional, el cumplimiento de todo lo que dijo durante su campaña.
Mandatarias municipales, como la alcaldesa del municipio de Puerres, Graciela Lucero Hernández, encararon al presidente Gustavo Petro y, como se dice de manera popular, “le cantaron la tabla”, por el tratamiento que le está dando a las regiones y le manifestó que informará de manera clara si iban a contar con su ayuda, a lo que hubo respuestas evasivas, que en nada convencieron a los alcaldes.
La actitud de doña Graciela, fue seguida por otros muchos mandatarios, en lo que se constituyó en una sucesión de peticiones de ayuda, ante las difíciles situaciones por las que están atravesando las regiones, muchas de ellas seriamente afectadas como ocurre en nuestro departamento de Nariño, por las consecuencias de la temporada de lluvias, que azota con fuerza a Colombia.
Igualmente, a nivel regional, alcaldes como el de Taminango, Fernando Latorre y de Los Andes-Sotomayor- Jonathan Apráez, se refirieron a la poco ayuda que han recibido de parte del Gobierno Nacional, lo que se refleja en las pésimas situaciones por las que están atravesando sus municipios.
Tenemos entonces, que los alcaldes de Nariño y, en general de todo el país, viven una mala hora, lo que a muchos de ellos los tiene con los brazos cruzados ante la imposibilidad de ejecutar obras, por la falta de recursos.
De esta manera, los alcaldes enfrentan un panorama desolador y desconsolador a la vez, al darse cuenta que, por la falta de ayuda del Gobierno Nacional, no le han podido cumplir a sus electores, lo que origina un gran descontento entre las diferentes comunidades, puesto que las pocas obras que medio se han podido realizar, se debe a la ejecución de recursos propios.
Para agravar este lamentable estado de cosas, tenemos que el señor presidente de la República, Gustavo Petro, ya está como dice la conocida expresión, con “el sol a las espaldas”, por lo que es difícil pensar que en un poco más de un año, se pueda hacer lo que no se hizo en tanto tiempo, en un gobierno que lamentablemente se ha caracterizado por cantidades de graves escándalos, en los que el mismo mandatario nacional ha sido protagonista, lo que prácticamente le ha impedido gobernar.
Por lo pronto, preocupa la situación de los alcaldes abocados a una crisis económica sin precedentes, lo que también les ha impedido poder realizar buenas administraciones, puesto que sin plata es poco lo que se puede hacer a favor de las regiones y las comunidades.
Por ello, en estos momentos, cuando ya asoma la transcendental temporada electoral del próximo año con los comicios al Congreso y la Presidencia de la República, no se puede negar que esta problemática de centenares de alcaldes, tendrá incidencia en esos procesos electorales. Y, ello es grave.

