La National Football League (NFL) anunció una actualización integral de los estándares obligatorios para las superficies de juego, con el objetivo de reducir el riesgo de lesiones y mejorar la seguridad de los jugadores en todas las franquicias. La normativa establece que cada estadio deberá cumplir con parámetros únicos de calidad, absorción de impacto y estabilidad del terreno, con un plazo máximo hasta el año 2028 para completar las adecuaciones.

La liga explicó que los cambios surgieron tras múltiples evaluaciones médicas y técnicas que evidenciaron diferencias significativas en el rendimiento de las superficies actuales. Estas variaciones podrían aumentar la probabilidad de lesiones en rodillas y tobillos, especialmente en partidos de alta intensidad o bajo condiciones climáticas adversas.

Entre los nuevos requisitos se incluyen pruebas estandarizadas de tracción, niveles de dureza permitidos, mantenimiento obligatorio antes y después de cada partido y la implementación de sistemas de monitoreo que registren el estado del campo en tiempo real. Las franquicias deberán además presentar informes periódicos que certifiquen el cumplimiento de las normas.

Equipos, jugadores y asociaciones deportivas han visto la medida como un paso importante hacia una mayor profesionalización en la gestión de los escenarios deportivos. Varios entrenadores afirmaron que las nuevas reglas permitirán condiciones más uniformes y seguras, beneficiando tanto el rendimiento como la longevidad de los atletas.

Con esta decisión, la NFL busca consolidarse como referencia en estándares deportivos, reforzando su compromiso con el bienestar de los jugadores y la calidad competitiva de la liga.