Mientras los colombianos le dábamos el último adiós al senador y precandidato a la presidencia de la República, Miguel Uribe Turbay, víctima de un atentado criminal el pasado 7 de junio, se produjo otro hecho de violencia política que hoy nos sume en la más profunda preocupación a todos puesto que de manera obligada nos pone a pensar en un serio peligro en lo que tiene que ver con la realización de los procesos electorales que se avecinan.

Nos referimos al ataque armado que se acaba de registrar contra el representante a la Cámara, Julio César Triana, en zona rural del departamento del Huila, por parte de las disidencias de “Iván Mordisco”, el cual estuvo a punto de causar la muerte de otra destacada figura de la política nacional. Gracias a Dios, este nuevo atentado no tuvo un desenlace fatal, pero, de todas maneras, nos muestra que los generadores de la violencia insisten en conspirar en contra de las elecciones legislativas y las presidenciales.

Precisamente este nuevo hecho de violencia, contra quienes vienen siendo protagonistas de las actuales campañas políticas de cara a las elecciones al Congreso y a la Presidencia de la República, nos asusta demasiado, puesto que estamos viendo con mucha inquietud, que no están dadas las condiciones de seguridad para que los candidatos puedan llevar a cabo sus campañas políticas, lo que en un momento dado, podría ser la causa para que los comicios no se puedan llevar a cabo en las fechas fijadas. Al decir esto no estamos bajo ningún punto de vista, creando pánico ni mucho menos; simplemente hacemos ese comentario, viendo la actual situación de orden público que se vive, o mejor, sufre Colombia.

Es que, no puede ser que grupos armados ilegales interfieran de manera tan grave, en unos procesos electorales que prácticamente están a la vuelta de la esquina. Estamos convencidos que luego del doloroso episodio que le costó la vida a Miguel Uribe y ahora con el atentado al congresista de Cambio Radical, los candidatos se abstendrán de salir a hacer campaña, ya que, sencillamente, no van a exponerse a ser asesinados. Y, en realidad, ese es el riesgo que corren, ya que como están las cosas, con un candidato muerto y, otro, que hace algunas horas, fue victima de otro ataque, estamos seguros que los aspirantes no están con animo de salir a hacer campaña.

En ese sentido, organismos como la Defensoría del Pueblo, el Consejo Nacional Electoral, CNE y la Misión de Observación Electoral MOE, han emitido desde principios del año, alertas tempranas, advirtiendo sobre el peligro que representan para la seguridad de las próximas elecciones, las organizaciones terroristas y delincuenciales, muchas de ellas, bajo la bandera del narcotráfico que operan en las diferentes regiones de la geografía nacional y, muestran  claramente su intención de dañar los próximos  procesos electorales, tanto los comicios al Congreso, como los presidenciales.  

Por ello, ante los alarmantes sucesos de violencia política, registrados en los últimos días en el país, el balón está ahora en territorio del Gobierno Nacional. Le corresponde al Gobierno Nacional en cabeza del presidente Gustavo Petro, tomar, lo que nosotros consideramos, deben ser extremas medidas, para garantizar no solo la seguridad, sino la misma realización de las elecciones, que no dudamos está en riesgo.

Esto es algo que se debe hacer desde ya la ofensiva contra los diferentes candidatos quienes por ahora, se encuentran indefensos, con los fatales resultados que hoy nos tienen al borde de un ataque de nervios.