Un trágico y violento hecho se registró en Soledad, Atlántico. Un hombre que venía caminando por la calle «bajo los efectos de alguna droga» pasó junto a una casa y una perrita comenzó a ladrarle. El hombre se molestó e intentó golpear al animal. Sin embargo, el dueño de la mascota llegó a tiempo y logró salvarla. Fue justo entonces que la tragedia inició.
38 puñaladas en Soledad, Atlántico
Francisco Javier Bula Villa, de 25 años, «el drogado», se le fue encima al dueño de la perrita. Este forcejeó para librarse, pero no pudo. El atacante arremetió con todas sus fuerzas. La víctima, de nombre Álvaro José González Vides y 50 años de edad, recibió 38 lamentables puñaladas, que acabaron con su vida.
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Merys Díaz, la esposa de la víctima, golpeó y golpeó con un palo al atacante. Le pegó hasta que el palo se rompió. Luego buscó otro, pero cuando volvió ya el crimen había sido consumado y el victimario había abandonado la escena. Únicamente su esposo, sangrante y desvalido, yacía sobre el suelo, agonizando.
De inmediato, llamaron a un taxi para que lo condujera al hospital más cercano. A pesar de la prisa, cuando llegaron al Hospital Juan Domingo Romero de Soledad, los médicos que lo atendieron a su familia que el señor González Vides no mostraba signos vitales. Había llegado muerto.
El victimario fue detenido por la policía y puesto a disposición de la Fiscalía.
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Relato de Merys Díaz, esposa de la víctima
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