Indepaz señaló en su informe que esta sería la masacre número 48 en todo el territorio colombiano durante el año 2022.
Desde el pasado lunes 21 de junio, cuatro jóvenes indígenas pertenecientes a la comunidad La Esperanza y uno afro en el Bajo Baudó, Chocó, fueron sacados de su comunidad y retenidos por un grupo armado que no ha sido identificado; estas mismas personas lamentablemente fueron encontradas muertas el 27 de junio con varios impactos de bala, según la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
El hallazgo se dio en la vereda El Venado y se sospecha que fueron masacrados por una de las organizaciones armadas que operan en la región. «En El Venado fueron encontrados los cuerpos de cuatro indígenas y un afro sin vida, después de siete días de estar retenidos por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en la comunidad de La Esperanza. La disputa territorial entre AGC y ELN es a sangre y fuego con dolorosas consecuencias para sus integrantes y civiles», informó la Comisión en su cuenta de Twitter.
Las víctimas fueron identificadas como Luis Alberto Ismare Chamarra, de 22 años, Albis Puchicama Barrigon, de 25 años; los hermanos, Jhonsy Membache Carpio, de 23 años y Erotio Membache Carpio, de 25 años, todos del resguardo Buenavista – Unión Pitalito, y José Antonio Hurtado Montaño de Playa de Orpúa.
De acuerdo con la información suministrada por Inteligencia Naval, estas personas fueron objeto de amenazas de muerte por parte de siete individuos armados que los condujeron contra su voluntad a una zona selvática. Al parecer, estos hechos ocurrieron en el marco de una confrontación entre el Grupo Armado Organizado ELN y el ‘Clan del Golfo’ por el control de las economías ilícitas y las rutas del narcotráfico en la región, según informó la Armada en un comunicado.
En ese momento, unidades de la Armada colombiana se desplegaron en una operación de búsqueda con el objetivo de dar con su paradero, pero la búsqueda resultó infructuosa.
El miedo acecha: Comunidades se confinan por el conflicto armado
La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz indicó en un comunicado que las comunidades aledañas a la zona donde ocurrió el secuestro están confinadas por la intensidad del conflicto armado e hizo un llamado al gobierno nacional para que ponga fin a la guerra iniciando un Acuerdo Global Humanitario.
«La insensatez del gobierno nacional está patrocinando y permitiendo el etnocidio. La disputa territorial a sangre y fuego entre las AGC y el ELN sigue dejando un grave saldo de muertos y heridos entre la población civil y también entre los combatientes de ambas fuerzas. La política de paz con legalidad ha llevado a un empeoramiento de la situación en el Pacífico. Es urgente un escenario humanitario integral para los combatientes y para los civiles afrocolombianos e indígenas», dijo.
Por otra parte, las autoridades indígenas del pueblo Wounaan de Colombia rechazaron enérgicamente la masacre de los cuatro indígenas y la de la persona afro, exigiendo al gobierno nacional las garantías necesarias en materia de derechos humanos para su población.
«Estamos cansados de contar nuestros muertos, de enterrarlos en silencio, muchas familias sumergidas en el dolor por el desplazamiento y el confinamiento, el reclutamiento y los múltiples asesinatos. Hoy esta dura realidad afecta dolorosamente a las familias Wounaan de Buenavista, a las que enviamos nuestros abrazos fraternos de solidaridad», declararon las autoridades indígenas.
#ATENCIÓN
Autoridades indígenas del Chocó denuncian la masacre de cinco personas, entre ellos cuatro jóvenes que eran estudiantes del pueblo indígena Wounaan del resguardo Buenavista.
Las víctimas habían sido secuestradas desde el pasado 21 de junio por un grupo armando. pic.twitter.com/PRjM2YffCb— Feliciano Valencia ? (@FelicianoValen) June 28, 2022