Hay muchos desembolsos pequeños que parecen insignificantes al momento, pero que, acumulados, representan una parte importante del presupuesto mensual. Estos son algunos de los gastos hormiga más comunes:

  • Un café de la mañana fuera de casa
  • Snacks, dulces o chicles adquiridos de forma habitual
  • Botellas de agua o bebidas fuera del hogar
  • Trayectos cortos en taxi o apps tipo Uber, Didi, etc.
  • Suscripciones digitales olvidadas o poco usadas
  • Compras por impulso de artículos secundarios (accesorios pequeños, etc.)

¿Por qué se les llama “hormiga”?

Porque son pequeños, constantes y fáciles de pasar por alto. Aunque cada gasto individual parezca mínimo, su suma mensual o anual puede tener un impacto significativo en las finanzas personales.


Cómo identificarlos y reducirlos

  1. Llevar un registro de esos gastos pequeños (una app de finanzas o una libreta).
  2. Hacer un presupuesto que incluya una categoría para “extras” o “antojos”, con un límite definido.
  3. Cambiar hábitos: preparar café en casa, llevar agua, comprar snacks al por mayor, usar más transporte público o caminar.
  4. Revisar y cancelar suscripciones que no se utilicen.