Luto en el periodismo, falleció Chelo de Castro

En marzo del año pasado recibió un reconocimiento especial por la AIPS, asociación mundial de periodistas deportivos, como el periodista más longevo del mundo.

 

A la edad de 102 años falleció en Barranquilla el periodista deportivo Chelo de Castro, una de las plumas y voces reconocidas y respetadas del país, y considerado como un barranquillero de pura cepa.

 

En marzo del año pasado recibió un reconocimiento especial por la AIPS, asociación mundial de periodistas deportivos, como el periodista más longevo del mundo, el primero que se entrega en esta modalidad.

 

La información fue dada a conocer por su hijo Chelito de Castro, quien en su cuenta de Twitter escribió: «Vuela alto Papi! Solo puedo decirte Gracias, Gracias, Gracias!!!!!

 

Don Chelo completó 77 años de ejercer el periodismo. Es recordado por su columna en diario local El Heraldo y en su programa Radial Desfile Deportivo.

 

La noticia de su perdida generó de inmediato muchas reacciones en Barranquilla, especialmente en las redes sociales y medios de comunicación, donde se escucharon voces de agradecimiento, despedida y solidaridad con la familia De Castro.

 

«Lamentamos profundamente la partida del gran Chelo De Castro, importante pérdida para el periodismo de la ciudad, en sus letras nos queda el legado de una pluma que acompañó el deporte, la política y la historia de Barranquilla. Mis condolencias para sus amigos y familiares«, dijo la Secretaria de Cultura, María Teresa Fernández.

 

Chelo de Castro comenzó a escribir en 1945, en el semanario ‘La Unidad’ y, al poco tiempo, pasó a ‘La Prensa’. Más tarde, en ‘El Nacional’ y ‘Diario del Caribe’, hasta llegar a ‘El Heraldo’, en el que ha permanecido 40 años.

 

Su columna, llamada ‘Palestra deportiva’, salía de lunes a viernes, sin importar festivos, durante todo el año.  Con Mike Schmulson, también desaparecido, inició el programa radial ‘Desfile Deportivo’, el 7 de abril (día de Barranquilla) de 1953.

 

Publicó dos libros: ‘La pértiga rota’ (practicó atletismo, al lado de Gonzalo González, GOC, pariente de su esposa Judith Vásquez y a quien Gabriel García Márquez llamaba ‘maestro’ desde que comenzó a trabajar en El Espectador en 1954) y ‘Acuarelas costumbristas’, este una selección de columnas sobre lo típico de la ciudad, que plasmaba en las dos últimas semanas del año para darle descanso a sus lectores de temas deportivos.

 

Utilizaba, en ocasiones, frases y dichos de la Barranquilla de inicios del siglo XX (‘cógeme ese trompo zarandete con la uña’, por ejemplo) y que era defensor acérrimo de los valores de la ciudad, tanto que buena parte de los escenarios deportivo llevaban nombres de deportistas por campañas suyas, como el estadio de fútbol Roberto Meléndez, en homenaje al primer futbolista colombiano contratado del exterior…