Madonna, la ‘Reina’ absoluta y otra vez volvió a sacudir las entrañas de miles de católicos en el mundo y es que para la Revista Vanity Fair se disfrazó como la Virgen ‘Dolorosa‘ para promocionar su gira mundial y sus 40 años de carrera profesional.
La cantante y quién es una leyenda y es que lo mismo lo había hecho en 2006 cuando encarnó a Jesús en versión femenina, y rodeada de discípulas.
Esta vez la cantante de ‘Like a Virgin‘ aparece luciendo una mantilla negra y con bordados en oro, un encaje de aplicación de Brujas que cubre sus sienes y cae por los hombros.


También luce una diadema dorada y un enorme corazón atravesado por los siete puñales.
La iconografía propia de esta advocación mariana y que tanto se repite entre las titulares de las hermandades sevillanas.
Otros de los detalles que no pasó inadvertido en los creyentes son las lágrimas y luciendo un rostro muy pálido.
Fue el fotógrafo, Luigi & Iango, quién llevan años trabajando con Madonna y con la revista. Esta vez el artista se inspiró en la pintura barroca, por lo que han incluido un rompimiento de gloria, en el que aparece enmarcado el rostro de la cantante.
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Qué hay detrás de la foto:
Madonna le contó a Simone Marchetti que lo que buscó fue expresar el dolor, el sentimiento de maternindad y el sufrimiento por la falta de tolerancia hacia la diversidad.
En una de sus respuestas recuerda sus inicios y el apoyo que tuvo en esos momentos de la comunidad Lgtbi.
«Hoy les quiero agradecer con una fotografía»
Agregó que «Fui educada en la religión católica y me di cuenta de que si la Iglesia no era capaz de percibir mi trabajo como artista como algo positivo, entonces ése era su problema».
Ellos no comprendían que mi labor como artista unía a la gente, le daba libertad de expresión, unidad.
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