En el Pacífico nariñense, la asociación Raíces del Manglar se presenta como una oportunidad para aquellas personas que han sido víctimas del conflicto armado, especialmente mujeres quienes lideran proyectos gastronómicos.

Esta organización, compuesta por mujeres comprometidas, dedica sus esfuerzos a la extracción artesanal de la piangua, un producto emblemático que no solo sustenta a muchas familias locales, sino que es el pilar de una iniciativa de conservación ambiental.

La piangua, apreciada en la gastronomía regional por su sabor y versatilidad, se ha convertido en el centro de una práctica que Raíces del Manglar ha transformado en una verdadera tradición de vida.

La asociación, formada por víctimas del conflicto y desplazadas, se ha unido en torno a un propósito común que es revivir y preservar la riqueza natural de su entorno mientras aseguran su sustento.

Silvia Ordoñez, piangüera y miembro activo del proyecto, enfatizó que “quienes hacemos parte de este proyecto somos víctimas del conflicto armado y desplazadas, pero tuvimos la oportunidad de crear esta gran asociación llamada Raíces del Manglar”.

El trabajo de Raíces del Manglar va más allá de la extracción de la piangua. La asociación ha integrado la siembra de mangle en sus prácticas, reconociendo el vital rol que estos ecosistemas juegan en la protección de las comunidades costeras.

El impacto se refleja en la revitalización económica y ambiental de la región. Al combinar la producción de piangua con la restauración de los manglares, crean un modelo sostenible que aporta a la economía local y a la ecología.