El niño se encuentra en el hospital de Kennedy bajo un pronóstico reservado.
Un niño de 8 años, quien se encontraba solo en su casa, recibió un disparo en la cabeza, que le ocasionó muerte cerebral y se encuentra en un estado crítico en el hospital de Kennedy.
El padre del niño denunció que de la casa se le perdió una caja de galletas llena de dinero, por lo que asegura que lo que ocurrió fue un hecho de venganza.
El hombre sostiene esta hipótesis, debido que el responsable del acto sabía el momento en el que niño se encontraba solo en la vivienda.
Cuando el padre llegó al apartamento encontró a su hijo en el suelo, no fue sino hasta cuando lo llevó al centro médico, que los médicos le confirmaron que se trataba de una bala que se alojó en su cabeza.
Por su parte, las autoridades al llegar a la escena del crimen se dieron cuenta que fue alterada. Según el padre del niño, la limpió una vecina sin ningún tipo de consentimiento.