Diversidad de especies Bogotá alberga una gran variedad de plantas acuáticas, especialmente en sus humedales y cuerpos de agua. Entre las más comunes se encuentran el camalote (Eichhornia crassipes), una planta flotante que suele crecer en aguas estancadas, y el totumo (Sparganium eurycarpum), que se desarrolla en las orillas. Otras especies, como la lechuga de agua (Pistia stratiotes) y los juncos, también forman parte de estos ecosistemas. Importancia de los humedales Los humedales de Bogotá cumplen un papel crucial en la conservación de la biodiversidad. Entre los más importantes destacan el Humedal de Juan Amarillo, el Humedal de la Conejera, el Humedal Santa María del Lago y el Humedal de Córdoba. Estos ecosistemas no solo son el hogar de diversas especies de plantas, sino que también proporcionan refugio a aves migratorias, anfibios e insectos polinizadores. Además, ayudan a regular el agua en la ciudad, reduciendo el riesgo de inundaciones y mejorando la calidad del aire. Plantas que purifican el agua Algunas plantas acuáticas cumplen una función ecológica fundamental al absorber contaminantes del agua. Especies como la lechuga de agua y el camalote ayudan a eliminar metales pesados y sustancias tóxicas, evitando la eutrofización, un proceso que puede provocar la proliferación excesiva de algas y reducir el oxígeno disponible para otras formas de vida acuática. Por esta razón, muchas de estas plantas se utilizan en sistemas de fitorremediación para limpiar cuerpos de agua contaminados. Adaptaciones únicas Las plantas acuáticas en Bogotá han desarrollado diversas estrategias para sobrevivir en ambientes con bajos niveles de oxígeno. El jacinto de agua, por ejemplo, posee raíces flotantes que le permiten captar oxígeno directamente desde la superficie. Otras especies han desarrollado tejidos especializados, como aerénquimas, que almacenan oxígeno y facilitan su distribución en la planta. Además, algunas han adaptado sus hojas para repeler el exceso de agua y evitar la acumulación de humedad en sus tejidos. Amenazas a la biodiversidad acuática A pesar de su importancia ecológica, la flora acuática de Bogotá enfrenta diversas amenazas. La urbanización descontrolada, la contaminación de los cuerpos de agua y el cambio climático han deteriorado los humedales y reducido la población de muchas especies. Además, algunas plantas invasoras, como el jacinto de agua, pueden crecer de manera descontrolada y bloquear la luz solar, afectando la fotosíntesis de otras especies y reduciendo el oxígeno disponible en el agua. Conclusión Las plantas acuáticas de Bogotá desempeñan un papel vital en el equilibrio ecológico de la ciudad. Además de embellecer los humedales, contribuyen a la purificación del agua, sirven de refugio para diversas especies y ayudan a mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, su conservación requiere medidas urgentes para proteger los humedales y reducir el impacto de la contaminación y la urbanización.