La ONU emitió una severa advertencia: la contaminación por mercurio en la cuenca del río Atrato, derivada de la minería ilegal de oro, constituye una emergencia de derechos humanos. Comunidades indígenas y afrodescendientes que dependen del río para su sustento están en riesgo: el mercurio contamina peces, agua y suelos, provocando daños neurológicos y de salud a largo plazo. La alerta también señala que, a pesar de una sentencia constitucional de 2016 que otorgó derechos al río para protección y restauración, su cumplimiento ha sido insuficiente frente al avance de la minería ilegal, el crimen organizado y la corrupción.