Para el 63% de las personas son claves los beneficios y la flexibilidad de laborar de forma autónoma

Es muy importante implementar mecanismos de escucha, frente a las necesidades que surgen en el día a día y que cada vez son más dinámicas.

En el mundo la tendencia fijada en el colaborador, el capital humano o empleado, aumentó una vez llegó el confinamiento causado por la pandemia, al mismo tiempo que se intensificó el trabajo remoto y, para sorpresa de muchos, dicha modalidad mantuvo o mejoró la productividad de los trabajadores.

Según el MinTIC, durante la pandemia se incrementó el teletrabajo y, con respecto a ello, en el 2020, 209.173 empleados trabajaban bajo esta modalidad, lo que representó un incremento de 71 % en comparación con el 2018; de igual manera, al 2020, el 56% de las empresas en el país estaban en proceso de implementación de este modelo.

Dos años más tarde, según la más reciente encuesta realizada por LinkedIn, en tendencias globales de selección, el 63% de las personas consideran más importante, a la hora de aceptar un trabajo, opciones de conciliación, beneficios y la flexibilidad de laborar de forma autónoma, suplementaria y móvil, antes que el salario.

Katherine Triviño, coordinadora de bienestar y calidad de vida de Compensar, aseveró que “vemos que es más llamativo un empleo que ofrezca un mejor salario emocional, que les permita a los trabajadores sentir bienestar en todos los aspectos. Ese interés que hoy por hoy tienen las personas es un llamado para que reinventemos en las empresas la manera en que nos relacionamos con nuestro cliente interno”

Precisamente, tras la pandemia, son varias las organizaciones que dan interés al capital social con el que trabajan, buscando mejorar sus procesos corporativos a nivel de talento humano, esto con el fin de contribuir a que los empleados logren un balance ideal entre la vida personal y la laboral, no solo porque reconocen que es imperativo darle una mejor calidad de vida a sus trabajadores, sino porque brindar las herramientas adecuadas para fomentar el bienestar colectivo, como una buena cultura corporativa, genera una mayor productividad, fomenta el desarrollo de la creatividad y la innovación, entre otras ventajas competitivas.

En Colombia, el modelo de conciliación o equilibrio entre la vida personal y la laboral no hace parte del ADN de la mayoría de las compañías; sin embargo, esto viene cambiando gracias a empresas que concentran sus esfuerzos en brindar herramientas que permitan encontrar dicho equilibrio, ejemplo de ello es Compensar, que ha venido trabajando de la mano con la fundación Más Familia y particularmente su iniciativa EFR (Empresa Familiarmente Responsable).

Roberto Martínez, director de la iniciativa EFR, es primordial dar a entender que los temas relacionados con el bienestar, la conciliación y el balance, no son solo de importancia para las mujeres, o para los padres de familia, sino que las empresas deben entender y aceptar la diversidad que existe en su interior, no solo de género, sino en aspectos como la raza, el origen, la orientación sexual, entre otras, y crear espacios y beneficios que se acomoden a todas a las personas.

Según Triviño, “aquí trabajamos un enfoque en el que todos juntos construimos bienestar, desde la dirección, desde el estilo de liderazgo, desde los beneficios, pero también se construye desde el relacionamiento con los compañeros la forma de comunicarse, de construir ambiente laboral, de desarrollarse y utilizar de manera adecuada las oportunidades y programas que brinda la organización”.

La coordinadora de calidad de bienestar y vida de Compensar también asegura que es muy importante implementar mecanismos de escucha, frente a las necesidades que surgen en el día a día y que cada vez son más dinámicas.

Además, es importante reconocer que los nuevos modelos de trabajo, la implementación de herramientas en pro del bienestar de los colaboradores y una constante evolución de la cultura organizacional de las empresas logrará un mayor impacto social, económico y ambiental en Colombia.