Con el traslado de Monseñor Orlando Olave Villanova a la Diócesis de Ocaña, Norte de Santander, la administración diocesana estuvo a cargo del Padre José Ricardo Cruel Angulo, quien ejerció como Administrador Diocesano.

Ante los diferentes cambios diocesanos, el religioso, Franklin Misael Betancourt nació el 30 de octubre de 1967 en el municipio de Guaitarilla, Nariño, perteneciente a la Diócesis de Ipiales.

Su entrega a la vida católica desde niño que con el pasar de los años fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1996, tras completar sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor Los Sagrados Corazones de Pasto.

Posteriormente, obtuvo el bachillerato en Teología en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y la licenciatura en Teología Moral en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. En 2013, realizó una especialización en Pedagogía y Ética en la Universidad Juan de Castellanos de Tunja.

A lo largo de su ministerio, ha desempeñado diversos cargos pastorales y administrativos dentro de la Iglesia: delegado Diocesano de Pastoral Juvenil, Vicario para la Vida Consagrada, Ecónomo Diocesano y párroco del Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas (2008–2016). Asimismo, ha participado en la formación sacerdotal en el Seminario Binacional Nuestra Señora de la Paz (Tulcán, Ecuador) y, desde 2020, en el Seminario Mayor Los Sagrados Corazones de Jesús y María de la Diócesis de Pasto.

Arquidiócesis

La Diócesis de Tumaco, sufragánea de la Arquidiócesis de Popayán, abarca los municipios de Tumaco, Barbacoas, Francisco Pizarro, El Charco, La Tola, Magüí Payán, Mosquera, Olaya Herrera y Roberto Payán.

Fue erigida como Prefectura Apostólica en 1927, elevada a Vicariato Apostólico en 1961 y finalmente establecida como Diócesis en 1999. Entre los obispos que la han dirigido se destacan Monseñor Gustavo Girón Higuita, quien condujo su transición a diócesis, y Monseñor Orlando Olave Villanova, su último titular hasta 2024.

Nuevo rumbo

El nombramiento del padre Franklin Misael Betancourt marca el inicio de una nueva etapa pastoral y administrativa para la Diócesis de Tumaco. Su designación se enmarca dentro del proceso regular de nombramientos episcopales de la Iglesia Católica, orientado a asegurar la continuidad del trabajo evangelizador y la atención espiritual y social a las comunidades del litoral pacífico nariñense.

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