El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró que hay “indicios” de que la más reciente embarcación bombardeada por fuerzas estadounidenses en el Caribe podría haber sido colombiana, y que podría haber ciudadanos colombianos a bordo.
Según Petro, este episodio marca la apertura de un “nuevo escenario de guerra” en el Caribe, no solo una operación contra el contrabando.
Sin embargo, el gobierno de EE. UU. rechazó las acusaciones, calificándolas de “infundadas” y solicitando que sean retractadas para “retomar un diálogo productivo”.
Se indica que, desde septiembre, EE. UU. ha realizado al menos cuatro ataques a embarcaciones en el Caribe, en operativos contra lo que califica como “narcolanchas”, con un saldo de al menos 21 muertos según reportes.
Petro ha pedido que las familias de posibles víctimas colombianas “den denuncia” y señale que no se trata de acción contra el narcotráfico, sino de una agresión contra toda América Latina y el Caribe.
