Robert Kennedy Junior, secreatario de Salud de los EE. UU.

Las afirmaciones de Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud de EE.UU., sobre el autismo han generado controversia.

El funcionario declaró que el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una «epidemia prevenible» causada por toxinas ambientales, contradiciendo el consenso científico y el reciente informe de los CDC que revela un aumento en los diagnósticos (1 de cada 31 niños).

La comunidad científica, incluyendo directores de centros de autismo y la Fundación de Ciencia del Autismo, rechazó categóricamente las declaraciones de Kennedy Jr.

Expertos señalan que el autismo es un trastorno del neurodesarrollo con múltiples factores genéticos y ambientales, no una enfermedad prevenible por la eliminación de una única toxina.

El aumento en los diagnósticos se atribuye a avances científicos, mejor acceso a servicios y la desestigmatización del trastorno.

A pesar del rechazo, Kennedy Jr. anunció planes para investigar factores ambientales como causa del autismo, otorgando subvenciones a universidades.

Sus declaraciones coinciden con un recorte presupuestario en salud propuesto por el gobierno de Trump, que incluye una reducción significativa a los CDC y la centralización de programas bajo una nueva agencia liderada por el propio Kennedy Jr.

Esta situación genera preocupación en el sector científico y de salud pública ante posibles implicaciones en la investigación y atención del autismo.