Después de aguantar casi dos meses de asedio y bombardeos, las últimas tropas ucranianas están escondidas en la enorme acería de Azovstal.
El presidente ruso Vladimir Putin celebró este jueves el «éxito» de sus tropas al tomar la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, y descartó un asalto final a la zona industrial donde se atrincheraron los últimos resistentes.
Después de aguantar casi dos meses de asedio y bombardeos, las últimas tropas ucranianas están escondidas en la enorme acería de Azovstal de esta ciudad del mar de Azov, estratégica en el plan de Moscú de unir los territorios prorrusos del Donbás y la península de Crimea, ya anexada en 2014.
Los ultimátums lanzados por Rusia no han llevado a la rendición de estos soldados. Uno de sus comandantes, Sviatoslav Palamar del batallón Azov, pidió «garantías» de seguridad a los países occidentales para dejar el recinto donde, según Kiev, también hay alrededor de 1.000 civiles.
El ministro Serguéi Shoigu indicó que unos 2.000 militares ucranianos resisten en ese complejo, sin evocar el número de civiles.