Un presunto caso de negligencia médica ha generado indignación en Austria, luego de que se conociera que una cirujana del Hospital Regional de Graz habría permitido que su hija de 12 años participara en un procedimiento quirúrgico de emergencia y perforara la cabeza de un paciente con un taladro. Según las investigaciones de la fiscalía, la profesional, identificada como una experimentada neurocirujana, llevó a la menor al quirófano y le indicó cómo manipular el instrumento médico, permitiendo que lo utilizara mientras otro médico regulaba la velocidad del aparato.
El hecho, ocurrido hace más de un año, salió a la luz recientemente tras una denuncia interna que derivó en una investigación judicial. De acuerdo con la fiscal Julia Steiner, la actuación de la cirujana constituye una “increíble falta de respeto hacia el paciente y hacia sus colegas”, además de representar un serio riesgo para la vida de la persona intervenida. Por estos hechos, la médica enfrenta cargos por presunta negligencia y conducta irresponsable en el ejercicio de su profesión.
Durante la audiencia, la profesional reconoció que su decisión fue “un error moral y ético”, aunque aseguró que la menor nunca actuó de manera independiente y que el procedimiento resultó exitoso. Su abogado defensor, Bernhard Lehofer, argumentó que la doctora ha salvado muchas vidas durante sus más de 20 años de servicio y que, aunque su actuación “no fue una buena idea”, no existió daño alguno al paciente, quien se recuperó satisfactoriamente.
El juez del caso, sin embargo, cuestionó duramente la conducta de la cirujana, señalando que “una niña no tiene cabida en un quirófano”, enfatizando la gravedad ética del suceso. Por su parte, el director del hospital, Stefan Wolfsberger, indicó que al enterarse de lo sucedido confrontó a la médica, quien, tras vacilar, admitió que su hija había perforado el cráneo del paciente. Además, una anestesista presente en la operación confirmó que escuchó cómo la doctora explicaba el funcionamiento del taladro a la niña y observó “cuatro manos sobre el instrumento”, corroborando la participación de la menor en el procedimiento.
El caso ha causado conmoción en la comunidad médica y entre los pacientes del hospital, que exigen medidas disciplinarias ejemplares y mayores controles sobre los protocolos quirúrgicos para evitar que hechos de esta naturaleza se repitan. La investigación continúa mientras la cirujana enfrenta el proceso judicial por este presunto acto de negligencia médica.
