Las manifestaciones sociales se han convertido en una herramienta de expresión masiva en todo el mundo. A través de ellas, es posible manifestar nuestro descontento ante temas específicos que inciden negativamente en nuestras vidas. Pero solo es prudente llegar a ese punto cuando es imposible que las partes establecer acuerdos a través del diálogo y las negociaciones.
Ahora, si la protesta es la única vía que tenemos para hacer escuchar nuestras voces, la acción debe efectuarse en el marco del respeto, tranquilidad y tolerancia. Las protestas violentas, muchas de las cuales se han registrado en Colombia en los últimos años, rayan en el vandalismo y anarquía, lo que, en definitiva, es repudiable.
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Nuevas manifestaciones
El próximo 14 de febrero las calles del país pudieran ser escenario de nuevas manifestaciones contra propuestas de Gustavo Petro como la Reforma de Salud. Pero el Gobierno Nacional también ha convocado para ese día una movilización masiva en respaldo al presidente Gustavo Petro, lo que, para muchos, resulta irresponsable. Es que el choque entre bandos políticos podría desatar el caos.
La forma de hacer protestas en Colombia no ha sido bien recibida por la mayoría de los ciudadanos. No ayudan a encontrar ningún tipo de solución, pero sí dejan a su paso grandes afectaciones de personas e infraestructura, lo que representa un gasto enorme para la nación. El diálogo es imperativo para demostrar nuestra capacidad para entendernos y llegar a un acuerdo sin necesidad de paralizar la nación.
Mesas de negociaciones
Por lo mismo, hacemos un llamado a la población a buscar los mecanismos que sean necesarios para sentarnos en la misma mesa y entendernos como hermanos.
Al respecto, el senador del Centro Democrático, Ciro Ramírez, hace una valiosísima acotación. “Hoy el país requiere de la atención del Gobierno Nacional. El caso del suroccidente del país, la seguridad, la posible destrucción de nuestro sistema de salud, la inflación, la pobreza y lo que vemos es una falta de coordinación. Más concentración en esos temas y no convocando a marchas porque con las marchas no vamos a solucionar nada”.
Por su parte, el congresista Carlos Motoa agregó: “el estar pensando en coordinar marchas que, entre otras cosas, creo que van a hacer muy poco concurridas, está dejando a los colombianos a su suerte y no está atendiendo los verdaderos problemas del país”.