«Sin complicaciones». Así fue la cirugía que se le practicó en el Hospital de Gemelli de Roma al Papa Francisco y quién en las últimas horas fue sometido a una cirugía por laparoscopia por riesgo de obstrucción intestinal.
Esta noticia tuvo en velo al mundo católico y es que a la edad de los 86 años, el máximo jerarca de la Iglesia no ha gozado de buena salud. Hasta el 18 de junio volverá a realizar audiencias y mientras se recupera de la delicada cirugía.
El pontífice argentino tenía un gran temor por operarse y debido a la anestesia, pues tras la última intervención que se realizó tuvo serias complicaciones.
Este temor del Papa hizo que retrasara la cirugía de sus rodilla afectada por la atrosis y que obedece a una degeneración del cartílogo por cuenta de la edad.
La Santa Sede informó en un comunicado que todo se realizó sin complicaciones y fue realizada bajo anestesia general. La duración fueron tres horas.
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Qué dijo el médico:
El cirujano del Gemelli, Sergio Alfieri confirmó en una rueda de prensa que el papa ya está despierto y de buen humor tras la cirugía.
Agregó que necesitará entre cinco y siete días para recuperarse. El Vaticano ha explicado previamente que el equipo médico había decidido en los últimos días que se requería cirugía y que la operación.
En los últimos días por el equipo médico que asiste al papa, «se ha hecho necesaria a causa de una hernia incisional que está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran».
Qué produce la hernia incisional:
Esta es una hernia incisional o eventración es el resultado de una mala cicatrización de una incisión realizada en la pared abdominal durante una intervención quirúrgica.
Estas hernias son muy frecuentes en personas obesas con problemas como diabetes y enfermedades pulmonares.
«El resultado es un orificio en la pared abdominal por donde puede salir contenido intraperitoneal, con el posible riesgo de de incarceración y estrangulación», según la Clínica de Barcelona.
El riesgo es que La hernia incisional representa una condición potencialmente peligrosa, asociada a morbilidad y mortalidad cuando se descuida su diagnóstico y tratamiento.
Síntomas:
Los síntomas, aunque con el tiempo si no se tratan, pueden aumentar de tamaño y provocar molestias en el momento de realizar algún esfuerzo físico y/o después de comer, cuando el intestino se dilata.
- Dolor o incomodidad en la zona de la hernia
- Náuseas y vómitos
- Fiebre por debajo de 39 °C
- Dificultad para orinar
- Alteraciones en el tránsito intestinal, con estreñimiento o diarrea
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