En un giro inesperado, las vacantes laborales en Estados Unidos retomaron su tendencia a la baja en diciembre de 2024, según el informe JOLTS publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). Este descenso, tras dos meses de mejoría, plantea interrogantes sobre la fortaleza del mercado laboral estadounidense y su posible impacto en la próxima publicación de nóminas no agrícolas (NFP) de enero.
Diciembre cerró con 7.6 millones de puestos de trabajo disponibles, cifra que se compara desfavorablemente con los 8.2 millones revisados al alza en noviembre. La caída de 556,000 vacantes no solo supera las expectativas del mercado, sino que también representa el nivel más bajo desde el tercer trimestre de 2024.
Los sectores más afectados por esta disminución fueron servicios profesionales y empresariales, salud y asistencia social, y finanzas y seguros, lo que sugiere un reajuste en la demanda de talento en áreas clave de la economía. En contraste, el sector de artes, entretenimiento y recreación experimentó un aumento en las vacantes.
La noticia sorprende a los mercados, especialmente tras el sólido dato de empleo de diciembre, que superó el incremento de 200,000 plazas laborales. Sin embargo, la reducción en la disponibilidad de empleos podría influir en el ritmo de contrataciones en los próximos meses, lo que añade incertidumbre a las cifras de empleo que se darán a conocer el viernes.
Este escenario se desarrolla en un contexto económico global complejo, marcado por tensiones comerciales y arancelarias impulsadas por Estados Unidos contra diversas naciones. La incertidumbre generada por estas políticas, sumada a la reciente caída en las vacantes laborales, ha impulsado la demanda de activos refugio como el oro, cuyo precio ha alcanzado máximos históricos, superando la barrera de los 2,840 dólares por onza.
Si bien es prematuro anticipar un cambio de tendencia de mayor amplitud en el mercado laboral, los datos de JOLTS invitan a la cautela. Es importante estar atentos a la publicación del NFP de enero, que ofrecerá una visión más clara sobre la salud del mercado laboral estadounidense y su capacidad para resistir los desafíos económicos globales