El hecho de sangre ocurrió la noche de este jueves, en el barrio Gualón de Toluviej, cuando la víctima se encontró distraídos con la televisión.
La lealtad de un perro hacia su amo es infinita, y aún más cuando el peligro lo rodea. Momentos antes de que un par de sicarios intentaran matar a un hombre y a su hijo dentro de su casa, su perro empezó a ladrar para advertirles de lo que estaba a punto de ocurrir.
Félix Antonio Díaz Torres, de 50 años, y su hijo Luis Ángel Díaz Sierra, de 19, fueron víctimas de un ataque a bala la noche de este jueves en el barrio de Gualón de Toluviej.
Ambos estaban en casa distraídos viendo la televisión cuando el perro empezó a ladrar salvajemente. Luis Ángel le ordenó que se callara, gritando: «Caramba, cuando la telenovela se pone buena, es cuando empieza a ladrar». Inmediatamente, Félix le dijo: «Déjalo en paz, que si ladra es por algo».
En ese momento, uno de las victimas se asomó a la terraza y fue cuando descubrió a un hombre armado escondido en un lugar poco iluminado. Ante esto, el delincuente disparó su arma repetidamente, e hizo correr al a su víctima a una de las habitaciones.
Al escuchar la ráfaga de los disparos, Luis decidió correr al patio, sin imaginas que allí lo esperaba otro asesino, que le disparó sin mediar palabras.
Al ver que las victimas cayeron supuestamente abatidos, los asesinos se encontraron en la calle y huyeron en una moto, que habían dejado un poco alejada de la casa, según los vecinos.
En medio de la incursión criminal, Félix fue alcanzado por tres disparos: uno en el cuello, otro en la cabeza y el último en la espalda con orificio de salida por un hombro.
Luis recibió un disparo en el brazo derecho que supuestamente le atravesó el pecho, pero no afectó a sus órganos internos.
El padre y el hijo fueron llevados en moto al Hospital Universitario de Sincelejo. El segundo fue llevado a otro centro para ser operado, pero al mediodía de ayer, la cirugía no se había realizado.
Una fuente judicial confirmó que Félix tiene una anotación judicial por porte, fabricación o tráfico de armas de fuego, en hechos registrados en 2014, por lo que se presume que todo se deba a un ajuste de cuentas.
Aún para los investigadores de la Sijín, los motivos no son claros. Sin embargo, con las descripciones físicas intentan vincular a los autores.