¿Es poco original regalar un perfume con olor a rosas? Puede que haya quien lo piense así, al fin y al cabo, es el estereotipo de flor por excelencia, epítome del romanticismo y del amor. Hoy, que nuestras fragancias derivan por caminos de acordes destilados en un laboratorio porque no pueden hallarse en la naturaleza, parece que recurrir a estas sencillas notas resulta manido.
Sin embargo, debemos defender lo contrario. ¿Acaso es aburrida una camisa blanca? Su combinación con un labial rojo puede resultar en el look más sexy del mundo. Entonces, del mismo modo, si combinamos la rosa con otros aromas que la potencien y le den chispa, podemos encontrarnos con la fragancia más atrevida que hayamos olido nunca. La creatividad todo lo puede.
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Así sucede con Sì Passione de Giorgio Armani, que reinterpreta los códigos de su hermana mayor, Sì, con mayor audacia y osadía. «Es una combinación irresistible de gracia, fuerza y espíritu de independencia», describen desde la marca, y así es, pues en cuanto la vaporizamos descubrimos un perfume rotundo, aunque al tiempo resulta también fresco y luminoso.
¿Cómo se mezclan sus notas para brindarnos confianza? Para empezar, tenemos una apertura a base de toques especiados de pimienta rosa, que según indican desde la firma despierta nuestra adrenalina. Junto a ella, los acordes dulces de pera aportan alegría y buenas vibraciones, mientras la grosella negra pone el punto de elegancia. Después llegamos a un corazón floral apasionado y al mismo tiempo delicado, donde viven las notas de rosa y jazmín, un símbolo de la delicadeza y la fuerza dándose la mano.
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Por último, el heliotropo, la esencia de vainilla y la madera de cedro suman un efecto de poder, seguridad y sensualidad que cierra la fragancia con la guinda perfecta. En cuanto sus gotas toquen tu piel, sabrás a qué nos referimos.