¡Siguen vivos!: Nuevas pruebas de los 4 niños extraviados en Caquetá

Día 24. El Ejército Nacional en cabeza del General, Pedro Sánchez, comandante del conjunto de Operaciones especiales anunció el hallazgo de nuevas pruebas de supervivencia de los cuatro niños extraviados desde el pasado 1 de mayo en las selvas del Caquetá.

«Con la fe intacta» El ejercito y los indígenas Nukak que ingresados hace dos días en la selva encontraron pistas de que siguen con vida Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin, de tan solo 11 meses de nacidos.

Fue el general quién reveló este asombroso hallazgo en medio de la selva tras el accidente aéreo de la avioneta en la que viajaban siete tripulantes y de los que perdieron la vida tres personas.

El piloto Hernando Murcia, el líder indígena Herman Mendoza Hernández y la madre de los pequeños, Magdalena Mukutuy.

Pañales en mal estado, tenis de color azul y que pertenecerían al niño de 4 años, un accesorio de celular, una tapa de tetero y una toalla, fueron las otras pruebas tras 24 días desaparecidos.

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El general Sánchez se mostró muy optimista con los resultados, las últimas pruebas que se tenía eran una huellas, un biberón color rosado, un a moña de cabello color morado y unas tijeras.

Adicionalmente se había encontrado un improvisado cambuche y los restos de un maracuya.

La ‘Operación Esperanza‘ informó desde las entrañas de la selva en los límites entre Caquetá y Guaviare, que estas pruebas se encontraron «más allá de los 20 metros de distancia y con dificultad los rayos del sol alcanzan a pasar por entre los árboles».

Los 4 niños siguen vivos:

El primer hallazgo se realizó a una distancia de 560 metros al occidente del lugar del siniestro aéreo del Cessna 206.

Allí una mujer Nukak, quien iba con otro grupo de indígenas y Comandos de las Fuerzas Especiales encontraron un par de tenis que por su talla pertenecerían al menor de cuatro años, un pañal usado pequeño y una toalla de color verde.

El segundo rastro fue localizado por un Comando de las Fuerzas Especiales quien iba con otros indígenas Nukak, hallando otro pañal, una tapa rosada de un tetero y un marco negro de un celular.

Estos estaban a 428 metros de distancia al noroccidente del punto donde el monomotor HK2803 se siniestró.

Por el estado de estos elementos, los menores habrían estado allí entre el 3 y 8 de mayo aproximadamente y según lo narró el General se permite deducir que existe la posibilidad de que los cuatro niños hayan salido con vida del accidente.

También este hallazgo hace pensar que «no sufrieron heridas abiertas pues no se encontraron rastros de sangre».

De los tenis, el otro pañal y la toalla no hay fotos aún ya que los teléfonos satelitales no han podido tener conexión por el clima y el sitio donde se encuentran.

El anterior indicio fue encontrado en la zona había sido el pasado 18 de mayo, donde habían huellas de unas 48 horas, cerca a un pequeño caño a seis kilómetros del accidente.

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Operación esperanza:

En la Operación Esperanza trabajan más de 350 colombianos, entre instituciones del Estado, población civil y comunidades, emplean todas sus capacidades tecnológicas, conocimientos y experiencias para desafiar lo imposible y traer de regreso a los cuatro niños.

A esta hora dos tanques de planeamiento de operaciones especiales realizan los análisis respectivos para determinar cuál habría sido la trayectoria que al parecer tomaron los cuatro niños.

Las evidencias halladas hasta el momento confirman que los esfuerzos se están realizando sobre la zona correcta y por esa razón se han redoblado las labores de las células combinadas de búsqueda.

“Esto nos permite conocer que en realidad ellos sí abandonaron sin lesiones la aeronave”

Así lo dijo por su parte el director de operaciones de la Aerocivil, coronel Juan José López y quién explicó en detalles como se está trabajando en la zona a pesar de las intensas lluvias y tormentas eléctricas.

La comunidad Nukak, detalló que “ellos ingresaron el día sábado, se integraron 11 personas de esa comunidad y con ellos se integraron dos personas con algunos equipos de la tropa”.

La indígena que encontró las nuevas pistas de los niños perdidos en Caquetá precisó que “está con su papá, básicamente nos ha servido de traductora porque no todos los integrantes de la comunidad hablan el español y ella nos hace la interacción con las unidades de fuerzas especiales que se encuentran en el área”.