El gas que llega del exterior cuesta hasta tres veces más que el nacional, según Fedesarrollo. En un escenario con 100 % de dependencia de importaciones, ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga verían aumentos de hasta 91,5 % en sus tarifas de gas a partir de 2026. Subsidios en riesgo y tarifas al alza: la tormenta perfecta del gas en Colombia.
El estudio también alerta que, con una dependencia del 50 %, el incremento alcanzaría un 45,8 %. Bucaramanga sería la ciudad más afectada por su deficiente infraestructura de transporte.
Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, urgió la construcción de la bidireccionalidad Barranquilla-Ballena para mover gas importado desde Cartagena hacia el interior del país. Sin obras como esta, los costos seguirán escalando para hogares y empresas.
Reservas en picada y exploración frenada: el origen de la crisis gasífera; Subsidios en riesgo y tarifas al alza: la tormenta perfecta del gas en Colombia
Colombia perdió el 43 % de sus reservas de gas en una década, reveló la Agencia Nacional de Hidrocarburos. En 2013 había 5.508 giga pies cúbicos; en 2023, solo 3.123.
Las causas son múltiples: menos pozos perforados, bajo éxito exploratorio y un entorno regulatorio poco atractivo. Desde 2014, la transición energética ha paralizado proyectos clave. La reforma tributaria de 2022 también espantó la inversión, al subir la participación estatal del 63 % al 80 % en ingresos petroleros.
Gigantes como ExxonMobil, Shell y Chevron se han retirado del país. Hoy, solo hay una regasificadora en Cartagena, lo que limita el transporte y eleva aún más los costos para consumidores.

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Subsidios embolatados: estratos 1 y 2 podrían pagar más por cocinar
La deuda del Gobierno con el subsidio al GLP supera los $47.000 millones, advirtió Sara Vélez, directora de Agremgas. Esta ayuda cubre hasta el 50 % del costo del gas en cilindros para las familias más pobres, especialmente en zonas rurales.
Sin pagos oportunos, millones de hogares quedarían sin acceso a un recurso esencial para cocinar. La combinación de tarifas más altas y subsidios en riesgo profundizaría la crisis social y energética que se avecina.
El panorama es crítico. El gas importado cuesta más. La infraestructura actual no soporta una alta demanda. Los subsidios están en riesgo. Las familias más vulnerables podrían pagar el precio más alto. Sin acciones urgentes, el bolsillo de millones se verá afectado.