La relocalización del comercio podría empezar a actuar como un aliado de China ahora que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso un arancel recíproco del 34% al gigante asiático en su llamado ‘Día de la Liberación’. Sin embargo, para los expertos del comercio exterior esto no solo representa una preocupación, sino también una serie de retos para países como Colombia que probablemente sentirán el impacto de la redirección de los productos chinos hacia otros mercados. En ese contexto, de acuerdo con los datos de la U.S. Census Bureau, China representa el 13% de las importaciones a Estados Unidos, mientras que el 16% de las exportaciones de EE. UU. van a ese país. En concreto, el gigante asiático tiene un excedente comercial con el americano de cerca de US$295.400 millones, según cifras de la Oficina de Análisis Económico (BEA). Esta balanza comercial deficitaria ha sido una de las justificaciones de Donald Trump para imponer una serie de aumentos de aranceles a China, situación que el país asiático ha respondido con el incremento de los gravámenes hacia Estados Unidos, totalizando un arancel del 54%.