El comino una importante fuente de hierro

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Hablar del comino es adentrarnos de lleno en la esencia de la gastronomía mediterránea. Pero también, en la de muchos otros países alrededor del mundo. Los recorremos y comprobamos cómo esta planta no sólo es admirada por su sabor y su aroma, sino también por sus propiedades nutricionales y medicinales. Qué es el comino El comino Cuminum cyminum L. es una planta herbácea perteneciente a la misma familia del perejil, el hinojo, el anís verde o el eneldo. Tal y como se define en la RAE, “del latín cumīnum, y este del griego κύμινον kýminon, se trata de una hierba de la familia de las umbelíferas, con tallo ramoso y acanalado, hojas divididas en lacinias filiformes y agudas, flores pequeñas, blancas o rojizas, y semillas de forma aovada, unidas de dos en dos, convexas y estriadas por una parte, planas por la otra, de color pardo, olor aromático y sabor acre, las cuales se usan en medicina y para condimento”. Para su uso culinario, de dicha planta (que suele medir entre 30 y 60 cm de alto) se utilizan las semillas secas, que presentan un tamaño similar al de un grano de arroz; en cambio, cuando se utiliza para fines medicinales, se obtiene de los granos un aceite muy oloroso e intenso. Tanto en grano como molido, el comino brilla con luz propia gracias a su sabor y su aroma, que no pasan desapercibidos en preparaciones tan clásicas como el hummus o el mojo picón canario. Si te quedas hasta el final, descubrirás éstas y otras muchas recetas en las que podemos dar vida a esta planta de origen milenario. Propiedades y beneficios del comino Si por algo es conocido el comino, además de por su potente sabor, es por sus propiedades antioxidantes y antinflamatorias. Incorporarlo en nuestra dieta habitual, no solo despierta los sentidos de nuestro paladar sino que nos ayuda a mejorar el estado de nuestra memoria. El comino es, además, una importante fuente de hierro. Este mineral es muy importante, pues ayuda en la creación de hemoglobina, reforzando el sistema inmunológico y ayudando a prevenir enfermedades como la anemia. Otra de las bondades que se le atribuyen a esta semilla es su alto contenido en potasio y zinc, minerales que consiguen regular el funcionamiento de nuestro sistema digestivo. En este sentido, el comino complementa esta ayuda por ser una importante fuente de fibra. Resulta muy beneficiosa, por tanto, para aquellas personas que padecen estreñimiento ocasional, quienes pueden beneficiarse de ello preparándose infusiones con las mismas semillas, añadiendo si se quiere miel o limón. Desde la antigüedad, de hecho, esta planta se ha utilizado para solucionar problemas digestivos, hinchazón, flatulencias, episodios de fiebre e incluso enfermedades del corazón. También como diurético, para calmar calambres musculares y como relajante. Esto último es debido a que el comino posee un alto contenido en vitaminas tipo B, que ayudan a mejorar la calidad del sueño.