Trump afirmó que Colombia podría ser “el siguiente” país contra el que EE. UU. actuaría en su ofensiva contra el narcotráfico, tras su actual presión sobre Venezuela.
En su declaración, acusó a Colombia de producir “mucha droga” y sostuvo que su gobierno “va a tener grandes problemas si no se da cuenta” de esa situación.
Trump descartó retomar diálogos con Petro, argumentando que considera al presidente colombiano “hostil” hacia EE. UU.
Reacción de Colombia y postura del Gobierno
Petro respondió diciendo que Trump “está desinformado” sobre Colombia y aseguró que las acusaciones de narcotráfico son calumnias.
Subrayó que Colombia ya ha destruido miles de laboratorios de cocaína bajo su gobierno, invitando a Trump a comprobarlo.
Además enfatizó que cualquier acción que viole la soberanía colombiana será considerada “una declaración de guerra”.
El gobierno nacional, a través de su cancillería, manifestó su preocupación por las amenazas, indicando que Colombia ha mantenido una lucha “indeclinable” contra el narcotráfico con respeto a los derechos humanos.
Qué significa este enfrentamiento para la región y relaciones bilaterales
La disputa marca una ruptura seria en lo que tradicionalmente ha sido una alianza estrecha entre Estados Unidos y Colombia, especialmente en materia de seguridad y cooperación antidrogas.
La amenaza de intervención militar —o al menos de “ataques terrestres” — contra países acusados de narcotráfico (incluyendo, según Trump, a Colombia) ha generado alarma por el impacto que podría tener en la soberanía y estabilidad del país.
Esto podría afectar cooperación en temas de seguridad, migración, comercio y diplomacia — zonas clave para Colombia dada su posición estratégica en la región y los desafíos internos relacionados con narcotráfico.