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Por: Víctor Rivas Martínez

En la medida que empieza a calentarse el clima político, por la cercanía de las elecciones de congreso y presidente de la república, observamos que empieza a gestarse un proceso de intolerancia para aceptar, respetar y convivir con las ideas ajenas.

La intolerancia se observa en la forma como dentro de las mismas organizaciones políticas y fuera de ellas, se descalifican a los contendores, se los señala de equivocados, peligrosos e intrusos; paralelamente se los excluye los debates para intercambiar ideas y posiciones y se los estigmatiza, incluso señalándolos hasta de payasos u homosexuales, como ocurrió la semana pasada entre contendores del Centro Democrático.

Estas manifestaciones de intolerancia, hay que combatirlas promoviendo el pensamiento crítico, revisando la historia, destacando los aciertos y errores en los que hemos incurrido desde la sociedad y nuestros gobernantes; fomentando el disenso democrático.

Cuando escuchamos e intentamos comprender los sueños y posiciones de los demás, o como decimos coloquialmente, cuando nos ponemos en los zapatos de quienes sustentan posiciones diferentes a las nuestras, es cuando comprendemos mejor y podemos discutir tranquilos y sin agresiones.

Fruto de la intolerancia, son los desplazamientos de millones de colombianos, las persecuciones y asesinatos de líderes políticos, sociales y comunitarios.

Colombia está cansada de estos hechos de violencia, que en unos casos se fomentan desde la oposición o desde el gobierno y en otros casos desde las orillas de la sociedad civil.

Para algo Dios nos dio: Dos ojos y dos oídos para ver y escuchar bien y una sola lengua, para hablar solo lo necesario y ser más prudentes.

Nariño no está ausente de este modelo de intolerancia.  Hay sectores políticos que huérfanos del poder, se han dedicado a criticar, criticar y criticar. Nunca proponen ni hacen nada y se divierten haciendo daño o poniendo palos en la rueda al gobierno nacional, departamental e incluso a los municipales.

Paremos de acelerar el tren de la violencia verbal y politiquera que ningún beneficio le trae a la región. Hablemos desapasionadamente y trabajemos juntos por nuestro desarrollo. Correo: rivas1957gmail.com