Carlos Santa María
Desde el Geopoder como disciplina académica sustentada en la lógica, argumentación, el análisis objetivo y la decisión, el caso Uribe está relativamente claro, pese a intentos de confundir a la ciudadanía.
El expresidente Álvaro Uribe iba a ser juzgado por la Corte Suprema que avaló investigarlo por soborno en actuación penal y fraude fiscal. Su defensa recomendó renunciar al senado para ser enjuiciado por la Fiscalía donde habría mejores condiciones jurídicas para su absolución.
No obstante, el fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, no logró en sus cuatro años de gestión precluir dicha investigación y ahora la Fiscalía continuó el proceso llegando la justicia a la sentencia de culpabilidad.
Al apelar el fallo, este caso pasa al Tribunal Superior de Bogotá, el cual debe decidir entre tres alternativas: ratificar la sanción de 12 años, modificar las condiciones de la sentencia admitiendo la culpabilidad o declararlo inocente.
Toda la argumentación está cimentada en la culpabilidad que ha sustentado la jueza Sandra Heredia, ratificada por la Corte que ordenó desde sus inicios continuar sin precluir, por cuya razón sería la tendencia más acertada. La otra opción es confirmar su condena, aunque podría modificar los años, las características generales de la casa por cárcel, entre otras. Ello conllevaría una discusión en la sociedad sobre el significado de estar preso en una finca con las más altas comodidades, aumentando la influencia negativa de los MMdeD.
El Tribunal se ve muy limitado de declarar la inocencia ya que es una fuerza jurídica muy alta la que porta la sentencia, destruyendo años de investigación y fundamento doctrinario. Asimismo, podría conducir a un nuevo estallido social de diversas magnitudes al estar atenta y prevenida una alta cantidad de víctimas, lesionados, y la opinión general sobre el procesado.
Un error fundamental de la defensa fue recurrir a Donald Trump, mandatario tan rechazado internacionalmente, propiciando la violación de la soberanía colombiana y oponiéndose al sistema judicial del país, similar al ataque a Brasil.
Las tendencias son posibles.