Hace algunas horas, la Procuraduría General de la Nación les abrió una investigación a los excancilleres del presidente de la República, Gustavo Petro, Luis Gilberto Murillo y Laura Sarabia, así como a su jefe del despacho presidencial, Alfredo Saade, por presuntas irregularidades en el sonado caso de los pasaportes, lo que le acaba de costar la salida del gabinete de la exministra de relaciones exteriores.
En realidad, nos referimos a una información que ya no sorprende, puesto que, desde el comienzo, la administración del mandatario nacional se ha caracterizado por los líos en los que se han visto incursos algunos de sus funcionarios, al igual que a numerosas discrepancias, dos factores que han ocasionado que este Gobierno haya marcado un hito histórico: el del mayor número de salidas de ministros y ministras en una suma que sigue creciendo, situación que ha impedido que se haya podido hacer un gobierno normal, en detrimento de millones de colombianos.
Esa es la razón por la cual, en estos momentos, en el actual gabinete, no hay un solo ministro que haya iniciado desde el 7 de agosto de 2022, el mandato del presidente Gustavo Petro. Claro que hubo funcionarios, como es el caso de la ahora excanciller, Laura Sarabia, que han cambiado de cargo en varias ocasiones, pero la realidad actual es que ningún ministro o ministra que haya iniciado con el jefe de Estado, sigue en su mismo puesto, como es el caso inclusive de la vicepresidenta de la República, Francia Márquez, quien fue ministra de Igualdad, pero por poco tiempo, debido a sus grandes diferencias con el presidente.
La cifra de casi 60 ministros que, durante el Gobierno de Petro, han entrado y salido del gabinete, lo dice todo en lo que se debe calificar como una manifiesta inestabilidad, que ha sido la constante desde el inicio de la administración, lo que en concepto de los analistas ha sido una de los principales motivos para que no se le haya podido dar continuidad a muchos proyectos abruptamente cortados por la intempestiva salida de los funcionarios.
Hablamos de unos exfuncionarios que, en la mayoría de los casos, una vez fuera del gabinete, no tienen pelos en la boca para atacar de frente al Gobierno Nacional, como es el caso precisamente del excanciller Álvaro Leyva, no solo con sus gravísimos señalamientos al presidente, sino también por el presunto complot, para derrocarlo, del que el exministro sería el principal instigador.
Recordamos que esto se convirtió en un escándalo mundial, por la involucración que, de manera apresurada, el presidente Petro le hizo a funcionarios y congresistas norteamericanos, de estar colaborando en ese presunto plan para “tumbar” al mandatario nacional.
Sobre el particular, la reacción de Estados Unidos, no se hizo esperar, lo que fue la causa de un inquietante conflicto diplomático entre Colombia y Estados Unidos, el cual todavía no termina del todo y lo que ha hecho es echarle más candil al fuego, en unas relaciones que en las últimas semanas, han ido de mal en peor, lo que es muy grave para nuestro país, puesto que Estados Unidos, es nuestro principal socio comercial.
Lo que sí queda en claro es que, a esta permanente inestabilidad en el gabinete, necesariamente se le podría en parte, responsabilizar del pobre desempeño que ha tenido el presidente Petro en estos dos años y medio al frente del país, donde han sido más los grandes escándalos y líos de todo tipo, que las realizaciones.