El caso más conocido es el Farm‑Fox Experiment iniciado en 1959 por el genetista Dmitri Belyaev en la antigua URSS. Seleccionó zorros plateados (“zorros rusos”) por su docilidad — solo los más “amigables” con humanos se reproducían. En unas pocas generaciones surgieron zorros que mostraban comportamientos tipo perro: meneaban la cola, buscaban caricias, vocalizaban ante humanos. www.20minutos.es – Últimas Noticia+2Science News+2
Con más de 50 generaciones de cría selectiva, estos zorros domesticados desarrollaron no sólo cambios de comportamiento, sino también morfológicos y fisiológicos: cambios en pelaje, color, orejas, cola, e incluso en patrones reproductivos — ya no se reproducían solo una vez al año. www.20minutos.es – Últimas Noticia+2Wikipedia+2
Investigaciones genéticas recientes han identificado más de 100 regiones en el genoma de estos zorros que se asocian con “conducta dócil vs agresiva”. Por ejemplo, una variante del gen SorCS1 aparece en muchos zorros domesticados y se relaciona con su comportamiento sociable hacia humanos. agenciasinc.es+1
En estudios de laboratorio se ha observado que las diferencias no son solo superficiales: los cerebros de los zorros domesticados muestran cambios en expresión genética en áreas asociadas con aprendizaje, memoria y socialización — cambios similares a los que se observan en perros domésticos.
